Siempre insistí que el fútbol es un juego de mentalidades? Varios capítulos del libro "¡Fútbol bueno Jogo bonito?!" reflexionan sobre ello. Y en ocasiones, como en la próxima jornada de la Liga española que juegan los dos equipos punteros, Barcelona y Real Madrid, los más expertos dilucidan sobre virtudes y defectos, hacen cábalas con los números y dibujos de las tácticas a utilizar por cada cual. Pero se olvidan, casi siempre, del factor fundamental en este deporte: La mentalidad.
Hagan lo que hagan los entrenadores saben que son buenos si ganan y no tan buenos si pierden? Incluso pueden ser cuestionados por cualquier "pelagatos" de cualquier peña de aficionados dudando de la personalidad y los conocimientos de los entrenadores. Hace un par de meses que Luis Enrique es mejor que Carlo Ancelotti, simplemente porque aquel gana la competición en este justo momento. Si el domingo el Real Madrid consiguiera más puntos que el Barcelona, el entrenador Ancelotti sería mucho mejor que aquel? Esta alternancia ya se ha producido algunas veces en el año.
¿Quién entrena al entrenador?? Sin duda es un déficit estructural en un mundo tan competitivo, los líderes que están arriba son los que más decisiones toman, las más decisivas, y no van a cursos, seminarios, ni reciben técnicas mágicas de análisis de decisiones? Son líderes naturales pero reciben pocas ayudas y acaban determinando el destino de bienes y personas con la magia de la intuición? Los entrenadores de fútbol disponen, ahora, de un número importante de colaboradores pero, en lo fundamental, la responsabilidad es exclusivamente suya. Y deberían estar muy atentos a cumplir lo que Benjamín Franklin aseguraba: "Debemos actuar juntos, o nos ahorcarán por separado". La acción de equipo mejora también al "mandamás", si él se deja?