OPINIóN
Actualizado 16/03/2015
Isabel Muñoz

Es una oportunidad para muchos jóvenes desde los quince años y que tienen unas cualidades especiales para las distintas modalidades de empleo que se requiere en la sociedad actual.

España está a la cola de Europa en estudiantes de Formación Profesional, en el País Vasco relacionan la bajada del paro con la eficacia y relación entre las empresas y los centros integrados de Formación Profesional. En Alemania el paro está en un 9% y nos duplican en estudiantes de Formación Profesional.

Primero decir que los padres no lo deben considerar algo menor al bachillerato, porque puede dar un futuro profesional a sus hijos. Es una frase pasada de moda la de que a la formación profesional van los que no valen para estudiar, en Cataluña en algunos ciclos de Grado Medio hay números clausus como aquí en medicina y van alumnos con buenas notas de la ESO.

Además la formación profesional permite que jóvenes sin apoyo familiar se puedan emancipar antes, por lo que es fundamental para la integración y cohesión social. Pero hay que aclarar algunos pensamientos, en unos sitios prima la tecnología, en otros el campo, hay que adecuar las especialidades al tejido productivo o de servicios. Las empresas en Alemania financian el 75% de la formación profesional dual, aquí habrá que establecer la relación y los beneficios de cada cual.

Entendamos que necesitamos a todos nuestros jóvenes y que todos tienen una parte genial. No podemos excluir como hace la escuela tradicional y tampoco podemos ignorar las condiciones en las que llega el alumnado en la mayoría de las ocasiones a la nueva FP Básica. Tiene que haber especialistas en la parte específica de electricidad, cocina, soldadura, mecánica o jardinería pero también tiene que haber especialistas en psicología, resolución de conflictos y dinámicas de grupo. En algunos casos se resuelve con dos profesores en el aula y en otros con pedagogos o educadores de vocación que se cualifican bien en unas determinadas competencias profesionales.

Es un tema en el que no se debe frivolizar porque tampoco consiste esto en hacer robot que respondan a las expectativas de las multinacionales que los explotan y especializan para que no puedan tener pensamientos globales y críticos. Los Templarios decían que al conocimiento se llegaba por la acción y los nazis en la entrada del campo de concentración de Auschwit o Dachau inscribían en forja "Arbeit macht frei", el trabajo os hará libres, desagradable ironía.

Con esto pretendo fundamentar la prioridad de una formación profesional con calidad humana y técnica, formamos y preparamos trabajadores eficaces. Pero sobre todo nos educamos y convivimos con personas libres y con derecho a ser queridas y bien tratadas independientemente de la especialidad de sus cualidades de mercado.

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