OPINIóN
Actualizado 11/03/2015
José Amador Martín

 

 

A Segis en esta primera hora de la vida, cuando aún la nieve cubre sierra y las flores de los árboles anuncian una nueva primavera.

 

De la nada al todo de la sombra a la luz

¿Qué resta ahora de ti?

Al verte en el lecho de tu muerte pienso que la palabra belleza jamás podía nacer de este cuerpo silencioso.
He descubierto en mi pensamiento que no es cierto,
la palabra  historia hoy está llena de sentido;  la palabra belleza carece de sentido si no está junto a la palabra dolor.

Fuiste causa,  raíz,  libertad, y  gracia. Hoy eres la luz de la mañana.
Hoy mis  pensamientos, nacen para ti,  padre de amor y de congojas,  vuelan al amanecer de luz  de nuestra historia.

Hoy he entrado en la muerte y la muerte es luz,  en ti, que te hiciste amigo, padre, hermano. Porque vivo dentro de ti la luz,  una luz  encendida: sé que ahí estás,  como el fiel de una balanza, quieto,  vigilando nuestras sombras con la belleza del encuentro
belleza de tantos muros  que existen para construir la dicha.
En el límite último. Frente a una raya  que nadie puede pasar, estás, tú, con la libertad del aire.  Atravesando las líneas de la  sombra,  en el borde de la vida y la muerte.

Gracias a ti,  náufrago para siempre de mí mismo, hambriento todavía, vivo de pura sed, muerto de amor, dolido, sí, descuartizado entre destino e historia. Entre fatiga y trabajos,
entre belleza y dolor.


La lluvia nos unirá sin duda un día y seremos como hojas que arrastra el aire  seremos polvo pero tendremos la luz de la esperanza porque tú no la diste, hoy, con tú silencio que es palabra cautiva en nuestro corazón. Hoy eres un sol desnudo,

Padre que te vas, pero estás cerca, hoy eres todo, en este corazón deshabitado.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Ante la muerte