El área de inserción laboral de Cáritas nos ofrece su reflexión en torno a este día.
Es frecuente escuchar cómo se bromea sobre la existencia de "un día de celebración para todo": el día de la alegría, el día de las manos limpias, el día de? Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Así que me pregunto qué motivos hay para asignarle un día a esta cuestión. Y lo cierto es que, sin necesidad de pensar demasiado, encuentro muchos: las mujeres desempeñan la mayor parte de los trabajos mal pagados y menos protegidos (en sectores como el empleo doméstico, la hostelería, la limpieza?); el 75% de mujeres trabajadoras lo hace a tiempo parcial; de un total de 41.845 parlamentarios en el mundo, tan sólo el 14,6% son mujeres; las mujeres tienen que trabajar 79 días más para percibir el mismo sueldo que los hombres.
Y al mismo tiempo me pregunto qué papel juega en esto la educación. La desigualdad de Género la construimos día a día, imponiendo discriminación en juguetes, libros, colores, deportes, capacidades, responsabilidades, gustos? según seamos niños o niñas, hombres o mujeres. Los niños no lloran, a las niñas le gustan las princesas, las mujeres limpian mejor, los hombres son más fuertes. ¿Cuántas veces hemos escuchado, e incluso pronunciado, alguna de estas frases? El pensamiento, las ideas, nos llevan a actuar de determinada manera.
Hombres y mujeres somos diferentes, sí. Pero debemos ser iguales en el disfrute de los derechos, en el cumplimiento de las obligaciones y en el acceso a oportunidades de promoción y mejora.
Porque sigue siendo necesario, celebremos el 8 de marzo.