Con el sonido del oleaje de fondo se abría el desfile de Max Mara para la próxima temporada otoño-invierno en la Semana de la Moda de Milán. Aunque parezca mentira, esta vez la inspiración venía de la mano de Marilyn Monroe y aquellas famosas fotos en la playa. El director creativo de la firma italiana se ha empapado del imaginario de la emblemática actriz estadounidense para crear su colección. El típico sujetador con forma de cono de los años sesenta ha vestido a las modelos, así como los pronunciados escotes que dejaban volar la imaginación de todo el que estaba presente.
La seña de identidad de la marca o, lo que es lo mismo, el abrigo camel, ha presidido la pasarela. De corte oversize, con gigantes solapas y anudado a la cintura, la prenda más envolvente se ha reinventado a través de diferentes colores (verde menta, gris, o negro) y acabados (acolchado o lana).
Comodidad es la huella que han dejado los mocasines planos, así como las mochilas y los jerséis. Faldas lápiz combinadas con chaquetas tipo bomber han sido las mezclas imposibles convertidas en realidad.
Como no podía ser de otra manera, color y diversión han sido los ingredientes fundamentales del desfile de Jeremy Scott, director creativo de Moschino. Azul, rojo y amarillo o lo que otros llamarían combinaciones de colores inadmisibles conforman looks de lo más estridente. Abrigos acolchados extra largos mezclados con botas altas de tacón con el logotipo de la marca han sido los protagonistas de la primera parte de la colección.
Los Looney Tunes han viajado hasta Milán en forma de sudaderas y camisetas y, como ya lo hizo Bob Esponja en anteriores colecciones, han aportado el aire más fantástico y gracioso del espectáculo. Además, no solo estos dibujos animados han llenado de nostalgia infantil la colección, sino que el osito de peluche ha tenido otro de los papeles protagonistas.
La última parte de este desfile ha provocado un gran impacto entre los amantes de moda, que no se imaginaban vestidos de noche con estampado de graffiti; y, menos aún, bolsos en forma de spray. Vestidos largos con diferentes estructuras y volúmenes con los dibujos más callejeros: toda una oda al arte urbano.
Una vez más, la estética de Scott, a caballo entre lo urbano y lo chic, ha quedado impregnada en su nueva colección: atrevidos estampados, imaginería pop y gran dosis de humor.