OPINIóN
Actualizado 03/03/2015
Miguel Ángel Perfecto

La Universidad española igual que la educación pública está sufriendo una serie de problemas que es necesario resolver si queremos que el país progrese desde el punto de vista social y económico. Algunos de los problemas que aquejan a la Universidad española vienen de antiguo y otros son más recientes. Entre los males antiguos el más destacado es la endogamia, es decir la escasa o nula movilidad del profesorado universitario propiciada por estructuras caciquiles de tipo administrativo-político.

El joven capacitado que desea hacer carrera universitaria se encuentra con una carrera de obstáculos donde se premia esencialmente la fidelidad al jefe. Fidelidad que se ve recompensada con una plaza de profesor o de investigador, lo cual significa unos departamentos universitarios fuertemente conservadores donde la crítica científica está ausente y los proyectos de mejora ni se plantean.

La organización jerárquica administrativo-política de la Universidad la convierte en una máquina burocrática en gran parte ajena a las necesidades reales de la sociedad española que mayoritariamente financia la Universidad española.

En segundo lugar, al estar diseñada esta estructura casi en exclusiva sobre la investigación y las prácticas, se margina el aspecto docente que apenas cuenta en la promoción del profesorado.

El resultado es una habitual desgana por impartir docencia, desgana a la que se une un alumnado que llega cada día en peores condiciones de preparación y sin estímulos suficientes para estudiar y formarse lo mejor posible. Hoy en día hay que obligar a los alumnos a que lean libros, sino no son capaces de leer nada, excepto los apuntes de clase, en muchos casos comprados en fotocopiadoras mercantiles.

 ¿ Cómo se puede aprender o aumentar los conocimientos, si se tiene alergia a la lectura de un libro?.

En tercer lugar, otro gran problema de la Universidad española es la sucesión de planes de estudio impuestos por los diferentes Gobiernos a instancias de pedagogos que sin conocer la realidad universitaria se dedican a impartir doctrina. Ahora mismo, sin evaluar el Plan Bolonia que redujo las licenciaturas de 5 a 4 años, nos quieren imponer otra reducción de un año a cambio de cursar dos años de Master. Es decir, el Grado universitario de 3 años se convertirá en la ESO universitaria completada con el Bachillerato del Master, vamos, un disparate total.

En cuarto lugar, pero no menos importante es la reducción sistemática de la financiación pública, hemos perdido 1600 millones de euros en los últimos 4 años  y esto tiene una repercusión directa sobre la docencia y la investigación españolas.

Otro gran problema de la Universidad española es el crecimiento incontrolado de Universidades  por todo el país a instancias de intereses políticos provinciales o regionales y con pretensión de universidad internacional. Sobran universidades en España en relación con los países de nuestro entorno y entre todas se reparten la escasa financiación pública. En Francia hace unos años se llevó a cabo "manu militare" la fusión de universidades con el fin de crear espacios universitarios mejor dotados y con más capacidad de competencia internacional.

Y por último conviene subrayar el envejecimiento alarmante del profesorado universitario con una media de edad actual en torno a los 58 años, sin que entre ningún joven docente debido a las restricciones presupuestarias. El futuro científico y específicamente docente de la Universidad española es muy negro, sin que las autoridades políticas hagan nada

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