¡Los rostros de los jugadores de la selección española de balonmano!
Esta columna versa sobre la expresión final del trabajo de años en un solo gesto.
Como devorador televisivo deseo que se conciten eventos deportivos internacionales donde la marca España muestre sus genes, podría elegir varias muestras pero hablaremos de balonmano. Por su fuerza, garra, alternancias en el resultado y disparadas dosis de emoción.
Gonzalo Pérez de Vargas, ¿valiente o loco?, Silvia Navarro, dos guardametas que han participado en último mundial y europeo respectivamente, España no es la mejor selección pero lucha con los mejores.
Pero quien ha despertado pasión en mí ha sido Joan Cañellas, este jugador que ha emigrado a la liga Alemana, que es internacional tardío, es nuestro caballo troyano, penetra en las defensas con el coraje de la desesperación.
Dos ejemplos ilustrativos; el partido contra Dinamarca de Hansen y contra Francia de Karabatic, en el primero emergió la gran figura y en el último segundo eliminó a la selección Danesa, contra Francia, exhausto en el campo de batalla poco pudo hacer.
Perdimos el bronce por inercia, por creernos ganadores antes de tiempo contra Polonia, y pasamos de la inenarrable dicha con Paco Caro de comentarista al funesto desencanto de un cuello sin medalla.
No obstante, España es todo un señor equipo, un ejemplo para jóvenes deportistas, con la cultura del esfuerzo y la humildad nuestros jugadores de balonmano nos hacen más grandes a todos.