Estoy escribiendo con pluma estilográfica. Después lo pasaré al ordenador y si me parece apto para lectores lo enviaré al periódico. El lápiz ya casi no se usa. Con tanta maquinita y tanta realidad virtual el lápiz se ha convertido en un objeto casi despreciable. Pero yo tengo un lápiz que uso con mucho cariño para tomar notas y sobre todo para subrayar cuando leo algo interesante. Me lo ha regalado una amiga, me lo dejó sobre la mesa de mi biblioteca en un envoltorio muy bonito con una rosa con su hojita, en relieve, muy original, blanco y rojo. El lápiz es de color madera, o mejor, la madera tiene el color natural, no está pintada; y tiene una punta muy fina. Con el lápiz mi amiga me dejó escrita esta dedicatoria: "No es un boli ni una pluma pero sí un lápiz al que se le puede ir sacando la punta de vez en cuando. Me encantan los lapiceros. Para mí es el símbolo de la escuela y de cada una de nuestras vidas. Somos como los lápices que van escribiendo nuestras propias vidas. Vamos moldeando nuestras vidas y nos vamos consumiendo como los buenos lapiceros? al final queda nuestra vida escrita sencillamente y con el amor de cada una de las personas que nos ha consumido.