Hay días que me gustaría que el tiempo se detuviera. Que en vez de 24 horas, tuviera el doble.
Aprender a gestionar nuestro tiempo es muy importante para mantener un buen equilibrio personal.
Las personas que organizan las actividades cotidianas de una manera eficaz, destacan.
Pienso que controlar el tiempo del día a día es un arte y una destreza que todos podemos adquirir.
Las agendas y la programación diaria de tareas, ayuda a tener éxito en el rendimiento.
Me gusta conocer gente que siempre que las reclamas tienen un minuto para atenderte, bien sea por teléfono, por mensaje o en persona. Quizá sea esta una de las cualidades que diferencia a personas con éxito de otras mediocres.
A medida que vamos añadiendo años en nuestra vida, nos cuesta más desenvolver ciertas tareas.
Escucho a menudo decir:" No tengo tiempo para nada, me siento atada, se me fue el día y no realicé todo lo que tenía pendiente?"
Sinceramente, no creo que sean los años, más bien, que en ocasiones hay cosas de la vida que nos motivan menos y que no le ponemos la misma ilusión.
Por mi profesión siempre tuve que realizar programaciones, para un curso, un trimestre, un mes y a diario. Y sinceramente resulta estresante.
Por eso animo a las personas que se sientan atrapadas en el control del tiempo, que de vez en cuando, escondan el reloj, apaguen el teléfono y se regalen un día solar. Que realicen lo que quieren sin saber si es hora de comer, de ver las noticias, o de irse a dormir.
Escuchar el reloj del cuerpo es muy beneficioso para la salud.
En los momentos actuales saber desconectarse de las redes sociales, que en ocasiones son verdaderas ladronas de nuestro tiempo,también es positivo para vivir más serenos y felices.
Desde estas líneas te animo a que organices tu tiempo, pero que el tiempo no te haga esclavo.