Últimamente estamos trabajando mucho sobre la influencia de los dispositivos digitales en la lectura, las posibilidades que tabletas u ordenadores les prestan a los libros, o las que les restan. Y siempre, después de debatir o reflexionar sobre el tema, nos gusta llegar a una conclusión clara: no es una cuestión de tecnología, sino de metodología.
Es innegable que la gente lee ahora más que nunca. Nos pasamos el día intercambiando mensajes con nuestros teléfonos móviles, escribiendo en muros de Facebook o resumiendo nuestra rutina en ciento cuarenta caracteres. Eso es leer, también. El problema es que no le prestamos atención a lo que leemos, lo convertimos en una práctica inmmediata y fugaz, en la que, lamentablemente, confundir un "no puedo ir esta tarde" con "puedo ir esta tarde" cambia el significado de una tarde entera.
Tenemos que ser conscientes de que la tecnología es una herramienta más, como lo fue el papel en su día, la imprenta o lo próximo que venga. Usarla con moderación, con sentido y con cabeza. Trasladar la oralidad a nuestro smartphone o tableta tiene que ser una práctica consciente y ¿por qué no? También creativa.
Con esta intención hemos iniciado una nueva línea de trabajo a la que estáis todos invitados. El día 25 de febrero estaremos impartiendo un taller sobre poesía, tecnología y creatividad en MediaLab Usal (Salamanca), y les hemos pedido a todos los participantes que acuden con sus teléfonos o dispositivos portátiles. Queremos que descubran la poesía que les rodea en la calle, que se fijen en ella, que colaboren en su creación y la compartan.
Esperamos que así, de vez en cuando, la gente se acuerde también de levantar la vista de su teléfono móvil mientras pasea por la calle, y lea también lo que tiene delante.