El sociólogo Vicente Verdú escribió en la Revista de Occidente de julio/agosto 2010: "La exultación y el azar": "El fútbol no es cualquier cosa? tampoco un pasatiempo más?" Y me adhiero a dichas reflexiones, algunas las sintetizo. Asegura Verdú que el fútbol moderno cumple tres condiciones: "1. Capacidad para integrar. 2. Sensación de interactividad. 3. Nunca se encuentra escrito ni su desarrollo ni su final". Pero, con todo, el fútbol convoca a tres mil millones de personas en un Campeonato Mundial?
Pero también hay gente ajena al universo del fútbol que no disfrutan de la incertidumbre del resultado, ni mantienen la sensación de que nada está establecido. Igualmente, el fútbol permite que los inferiores pueden ganar a los superiores aunque solo en ocasiones y tampoco se sabe muy bien las auténticas razones? Pongamos el Atlético de Madrid que, la semana pasada, ganó por 4-0 al Real Madrid después del despliegue de un gran partido jugado; pero, a la semana siguiente, el Atlético perdió estrepitosamente contra el Celta de Vigo y falló en todas las previsiones? ¿Por qué?? Ni el entrenador Simeone es capaz de explicárselo?
Como todo juego, el fútbol dependerá en ocasiones por el azar igual que las quinielas las ganan gente que no sabe apenas de fútbol. "El fútbol es así moderno porque se comporta como un hecho de senderos múltiples, hechos imprevisibles, afortunados, desafortunados y, en suma, incontrolables?" Estamos hartos a escuchar, en boca de los propios profesionales, "¡Hay que ganar, hay que ganar?!", aunque se desconoce el "cómo"? Bien es verdad que la mayoría está de acuerdo que los partidos se ganan con lucha, con esfuerzo, con dinámica, con solidez? Sin duda, palabras que necesitan numerosos matices futbolísticos? Aseguro, por mi cuenta y riesgo, que jugando bien al fútbol se gana en un tanto por ciento muy elevado, aunque cada cual entienda el "jugar bien" a su manera. Porque el fútbol no es cualquier cosa?