La semana de la moda neoyorkina ha pisado fuerte y ha dejado muchas propuestas, no solo sobre la pasarela, sino también en la calle, para la próxima temporada otoño-invierno 2015-2016. Se trata del evento más esperado de la Gran Manzana y además genera más ingresos que el Open de tenis o la Súper Bowl, según ha informado el diario ABC.
Lo que hoy conocemos como semana de la moda nació en Estados Unidos en el año 1943 bajo el nombre de Press Week. La finalidad era atraer a prensa, clientela y admiradores de marcas y diseñadores que, en ese momento, durante la Segunda Guerra Mundial, no podían exhibir las colecciones en sus salones. Mostrar públicamente en siete días lo mejor de la moda del momento era todo un reto. Todo ello se tradujo en espectáculo y atracción por parte incluso de las personas que no estaban vinculadas a este círculo.
Como era de esperar, la firma estadounidense Tommy Hilfiger ha sorprendido en la puesta en escena. En la colección anterior recreó una perfecta estación de esquí; ahora, la pasarela se ha vestido de estadio para celebrar la Súper Bowl más fashion.
Los orígenes de esta casa se encuentran en el año 1984, justo cuando el diseñador norteamericano lanzó su primera colección, sin haber recibido ningún tipo de formación previa. Desde siempre sus creaciones han estado ligadas al ideal de sueño americano. Influencias del mundo universitario y una estética relajada ejemplificada en prendas deportivas han sido sus señas de identidad. De hecho, un nuevo público acogió sus prendas a principios de los 90: el mundo del hip hop, en pleno auge por aquél entonces.
Los colores del logotipo de la marca, rojo, blanco y azul, han sido los protagonistas, pero esta vez, reinventados en su versión más invernal: granate, crudo y marino. No obstante, el camel y el mostaza también han coloreado algunas de las prendas. Faldas y vestidos de tablas, jerséis tipo sudadera, polos, bombers... versionan el estilo sport que tanto caracteriza a la firma. El toque más sofisticado lo aportan los tejidos: transparencias de seda, pelo y cuero visten a las jugadoras de fútbol americano. La aportación más lady a través de capas, abrigos doblemente abotonados, vestidos de vuelo ceñidos a la cintura y botines de cordones, que nuevamente apelan a la tendencia sportswear. Además, la elección del número 30, en casi todas las prendas, no ha sido al azar, sino que es el recuerdo del 30 aniversario de la marca. Peinados y maquillajes sencillos coherentes con la imagen de marca: comodidad y naturalidad.
People always want something unexpected and exciting. That's what drives me. (La gente siempre quiere algo inesperado y emocionante. Eso es lo que me motiva.) Sin duda, esta vez lo ha conseguido, eso sí, sin perder su esencia.