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TOROS
Actualizado 13/02/2015
María Fuentes

El matador de toros salmantino abre este martes su temporada en Ciudad Rodrigo con las ilusiones propias de quien sigue soñando con el toreo y con la sensación de sentirse "más preparado que nunca" (GALERÍA DE FOTOS)

El ledesmino Domingo López Chaves tomó la alternativa en manos de José Arroyo Joselito como padrino y Enrique Ponce como testigo el 15 de septiembre de 1998 en la plaza de toros de la Glorieta, en Salamanca, su casa.

Hasta llegar ahí, en su etapa como novillero, Domingo mató más de 80 novilladas con triunfos en Barcelona, Madrid o Salamanca.

Confirmó la alternativa el 27 de julio de 2003 en Madrid, con toros de El Jaral de la Mira. Hasta ahí, temporadas con contadas actuaciones en España, aunque a partir de ese momento, la trayectoria de López Chaves fue en aumento y en 2005 cerró 21 corridas en España, hasta que llegó el 2006, año que se define como el resurgir del toreo con triunfos sonados con las denominadas corridas duras. Empezó el espectáculo. Éxitos y en la élite con presencia en las principales ferias.

 

Cuadri, Adolfo Martín, Victorino Martín, Palha? ¿Pensar en corridas duras es recordar tus mayores éxitos?

Así es. Ese tipo de corridas de corridas de toros han significado mucho en mi carrera, son las que me dieron todo de la nada. Con ellas estuve en todas las ferias y siempre tendré mucho que agradecerle.

 

¿Qué sensaciones guardas de esa etapa?

Las sensaciones son bonitas, aunque recuerdo también ese miedo físico antes de ese tipo de corridas. Delante del toro se olvida y los triunfos siempre son bien recordados. Ha sido grande el esfuerzo, recuerdo faenas importantes de técnica, de valor y después de ejecutar eso en la plaza, llegar al hotel y quitarme el traje con la sensación de saber que lo he conseguido es satisfactorio de verdad.

 

16 años de alternativa y la sensación de buscar un hueco aún hoy. ¿Cómo te encuentras preparado física y psicológicamente?

Físicamente como nunca, estoy para que me llamen mañana mismo a torear en cualquier sitio. Sé que es un tópico de los toreros decir eso de que cada año se está mejor, pero es cierto. Los años te dan un poso y una sabiduría que se trasmite delante del toro. Si no tuviese fe me hubiera retirado, pero sé que tengo mucho qué decir.

 

Empiezas el martes temporada en Ciudad Rodrigo ¿Qué más después de esto?

Poco más. La situación está muy complicada, y voy a vivir Ciudad Rodrigo como si fuera una plaza importantísima y así me lo estoy preparando. Hemos tocado muchas ferias, al fin y al cabo el deber del apoderado es llamar. Hemos llamado a muchas puertas, pero que te abran ya es lo complicado.

 

¿Crees realmente que puede llegar ese momento con volver a sonar en las Ferias?

Para eso al menos me estoy preparando. Si está para mí, llegará, sino, me conformaré con al menos haber podido escribir un capítulo en el toreo, corto, pero intenso.

 

La temporada pasada consolidaste triunfo en Ledesma o Cantalpino, que en realidad sirvieron de poco o nada? ¿Es esa la sensación?

Es así. Taurinamente no vale para nada. Sirve para mí, para alimentarme. Sé la madurez con la que afronté en Ledesma los toros de Victorino, pero no me sirve de nada. A mí lo único que me serviría ahora mismo es entrar en una plaza de primera y pegar un buen arreón.

 

¿Qué pasó realmente por la carrera de López Chaves para estar en la élite y dejar de estarlo de una manera tan radical? ¿Víctima del sistema?

Lo he achacado siempre a mí mismo. El sistema está como está pero en mi caso fui yo mismo quien se fue desgastando y retirando. Fueron tres años de mucha intensidad, los toros me pegaron fuerte, cada año una cornada y la verdad es que me pesó. A partir de ahí iba a las ferias y las cosas no salían con la frescura que se esperaba de mí, y eso te va quitando.

 

No hay culpables a señalar con el dedo?El culpable soy yo mismo, eso es lo que siempre he pensado. Las cosas buenas o malas que le pasan a un torero sirven. He tenido tardes buenas y tardes malas y no quitaría ninguna, todo me sirvió. Si yo mismo me quité de ello, yo mismo puedo volver a estar en el camino. Sé que es duro pero puedo conseguirlo.                                              

 

¿Cómo vive un torero de tus características el día a día?

Con la fe y la ilusión apropiada para despertar soñando con el toreo. Esas son las que me dan la fuerza. El campo es mi vida. Mi rutina se resume en entrenar, coger los tratos, correr y aprender en el campo, sobre todo en los tentaderos. Delante de una vaca complicada le busco las vueltas y la toreas. El cuerpo me pide volver, estar. En el campo me pruebo con pequeñas metas y lo estoy pasando con nota.

 

Ya no en primera persona, para concluir? ¿En manos de qué está el futuro de la Fiesta?

El futuro está oscuro. Cuando empecé yo había dinero para las novilladas, y hoy en día todo se ha reducido. El torero se hace toreando, y si no dan oportunidad es difícil que cuaje. Yo soy optimista y pienso que esto no se va a acabar, pero si va a haber reducción de festejos y eso pasa factura. Sólo queda confiar, a los nuevos por su frescura y a un torero como yo para que sea la experiencia quien vuelva a abrirme paso.

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