También el sapo corredor se acerca a las charcas para poner en marcha su propia perpetuación. La mavoría de los reptiles no pueden más que continuar aletargados en gran parte del país, pero en el sur, los días soleados permiten las primeras excursiones de algunas lagartijas como la ibérica. En los arenales predesérticos de Almería y Doñana la tortuga mora se entrega a su primer periodo anual de celo. Algunos insectos también manan de lo desconocido. Ya está aquí la primera y aún tímida oleada de mosquitos. Las abejas se dedican a frecuentar las primeras flores y tres especies de mariposas animan los aires bajos. Caso de la manto bicolor y, a veces, la arlequín y la sofía.
Pero desde las orillas y los enclaves subtropicales hasta el final del horizonte otras muchas andanzas han comenzado. Tanto es así que las dos puertas de todos los paisajes están abiertas de par en par para facilitar la entrada y salida de los más viajeros. De hecho, por el norte ya se embocan algunos patos, gansos, milanos reales y ratoneros. Anuncian las avalanchas del mes próximo. Mucho mayor resulta la aglomeración en las de Hércules. Por Gibraltar están entrando ya grandes bandos de aviones comunes, críalos, algunas golondrinas y varias especies de rapaces, el grueso de las cigüeñas blancas, afortunadamente en franca recuperación demográfica.
Nacen en este mes muchos buitres leonados, pone sus huevos el buitre negro y algunas rapaces nocturnas como el cárabo, cuando ya han nacido los pollos de buho real. Se inicia el celo de otras aves como el pico picapinos, el zorzal charlo, el mirlo, el águila perdicera, y buena parte de las especies de patos. A veces en este mes ponen su primeros huevos la focha común y el somormujo. Sin tan siquiera iniciar todavía su larga migración hacia el Norte.