El santuario, orgullo de sus vecinos y uno de los grandes legados de la comarca ledesmina, es sinónimo de arte y de paisaje en armonía (GALERÍA DE FOTOS)
La ermita de Villaseco de los Reyes es una de esos templos que cuentan historias. Orgullo de sus vecinos, la ermita de Nuestra Señora de los Reyes, patrona de Villaseco y a la que honran cada 8 de septiembre con el tradicional baile de la bandera, es sinónimo de arte y de paisaje en armonía. Un paisaje sobre una pequeña elevación que custodia un templo al que conduce un camino de tierra, anunciado por un pequeño cartel a escasos 500 metros del municipio. Merece la pena recorrer ese camino para buscar refugio entre sus piedras y el silencio que estos días invernales se asienta sobre ellas. Piedras de un santuario que son uno de los grandes legados de la comarca.
Recatada en apariencia, no tardará el visitante en darse cuenta de que es un compendio de arquitectura que le ha valido el sobrenombre de la catedral de todas las ermitas de la provincia. De estilo románico de transición, data del siglo XIII (cuentan la historia que su posible edificador fue el infanto Don Sancho Pérez), albergando un espléndido retablo e imagen de la Virgen del siglo XVIII. Su impresionante nave está dividida por cinco arcos, con capiteles labrados con maestría con diferentes filigranas.
Fotos: Alberto Martín