El 75% de los contratos realizados en 2014 son temporales, a lo que hay sumar el saldo migratorio negativo, con 23.500 personas menos
El Informe trimestral de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2014, elaborado por el Gabinete Técnico de CCOO Castilla y León, explica cuáles están siendo las peores consecuencias de la Reforma Laboral para el Empleo en nuestra Comunidad. Así, CCOO constata que se está produciendo un reparto no pactado del tiempo de trabajo con la consecuente pérdida de salario y de condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras. "Y ni aun así llegamos, ni de lejos, a compensar la pérdida de empleo sufrida en los casi 7 años de crisis", subrayan.
El Informe constata el crecimiento de los contratos a tiempo parcial desde el 12% anterior a la crisis hasta el 18% actual. Además, de que de todos los contratos realizados en 2014, el 75% son temporales. "La rebaja de las condiciones laborales y el incremento de la precariedad son consecuencias directas de una Reforma Laboral que el Gobierno del PP presentó como fundamental para crear empleo y que ha logrado lo contrario". Por eso el informe la califica de "auténtico fracaso". Con el mismo calificativo se adjetivan los recortes del Gobierno y buena parte de la normativa posterior a la Reforma que ha servido para flexibilizar aún más el mercado laboral. "Se ha primado el contrato a tiempo parcial, permitiendo que las ETT formalicen contratos de prácticas, prorrogando la posibilidad de que los contratos formativos no estén ligados a ninguna formación reglada", dice el informe. Además, el Gobierno ha introducido la mal llamada "tarifa plana", incluso para los contratos a tiempo parcial, con la consiguiente merma de ingresos a la Seguridad Social y el nuevo regalo a los empresarios. Todo esto logra un efecto de sustitución de los trabajadores "antiguos" por los "nuevos", con menos cotización, con menor salario, menos jornada y menos prestaciones en el futuro.
Sin embargo, los nuevos no tienen que ser necesariamente jóvenes trabajadores. El estudio analiza también la enorme sangría que está sufriendo Castilla y León con un saldo migratorio negativo que, tan solo en los dos últimos años, nos ha hecho perder 23.500 personas. Son en su mayoría jóvenes que se van a otras Comunidades o al extranjero a buscar empleo. Entre 2007 y 2014 la población activa que registra la EPA en Castilla y León ha descendido en 120.700 personas entre 16 a 34 años, mientras aumenta en 101.000 entre los mayores de 35 años. El informe constata que se "ha producido un progresivo envejecimiento en la población en actitud y disposición de trabajar". Aun así, mantenemos una tasa de paro entre los jóvenes del 53,52%, por encima de la media nacional que se sitúa en el 51,80%.
El informe de CCOO Castilla y León constata también que la reducción del paro en los últimos tiempos se produce por el abandono de la búsqueda de empleo, en un 46% durante 2014. El paro de larga duración causa este tipo de consecuencias y tenemos parados de muy larga duración en nuestra Comunidad, que, además, crecieron durante 2014 en un 7,7%. Contamos con 150.500 personas en desempleo desde hace más de un año y 105.200 que llevan más de dos años sin trabajar. El problema es que las prestaciones se acaban y hay ya 131.000 personas en Castilla y León que no cobran ningún subsidio vinculado con su trabajo.
Para lograr de nuevo llegar al 1.093.400 personas que había ocupadas en 2007 necesitaríamos 14 años al ritmo de crecimiento actual del empleo. Las propuestas de CCOO para acelerar estos tiempos pasan por desarrollar planes efectivos de empleo e inversión. Al Gobierno regional le estamos exigiendo que ponga en marcha políticas activas de empleo que en la Comunidad hemos acordado con fondos propios, impulsadas en el nuevo "Plan de estímulos al crecimiento y al empleo para el año 2015" firmado dentro del Diálogo Social. Además exigimos que no se sigan esquilmando los fondos para el desempleo y la promoción del empleo en nuestro país y que haya una revisión a fondo de la normativa cada vez más orientada a desregular el mercado de trabajo.