Lástima me da España al ver de nuevo como se aferra a un clavo ardiendo, con una venda en los ojos que le impide ver una realidad clara del fanatismo más radical de la izquierda más trasnochada.
Se llenó Sol con miles de personas jaleando al hijo de un terrorista, de cuya boca salieron mil y una mentiras peligrosas que regalaban los oídos de los que allí concurrían. Envuelto en masas con su coleta al viento, Pablito no pudo contener su verbo demagogo, falso y utópico.
Qué suerte tiene Mariano: el petróleo por los suelos, chorros de Euros que vienen de Europa, los bancos aflojando la tela y encima "el coletas" acongojando a los parroquianos de la diestra, que olvidarán a los ladrones que engordaban las filas del PP y les dará el boto únicamente por miedo al "Pablo Feroz". Muy mal se le tiene que dar al gallego para no ganar las elecciones, otra cosa es que gobierne.
Lo que sí oigo es el castañear de los dientes de un partido histórico que se tambalea como el gigante Goliat cuando recibió el golpe que le propinó el pequeño David. El PSOE vislumbra una "muerte" segura como un toro herido delante de un torero, que blande con firmeza un acero que seguro se clavará en lo más profundo de su corazón.
Pedro Sánchez se defiende atacando, sin darse cuenta que está a un paso de recibir el "paseíllo" (político) que tanto se estilaba en la República del 36 por parte de las hordas rojas que, otra vez, intentan doblegar a la rama más moderada de la Izquierda Social-demócrata.
No adelantaré acontecimientos electorales, pero me da la sensación que, o la siniestra ata a sus perros o en un par de años me veo haciendo cola para comprar papel higiénico como los venezolanos.
Dedicado a José Manuel Lara, un liberal convencido. Descanse en paz.