Quiero hacer unas reflexiones sobre las personas que alcanzan el éxito.
Ser una persona exitosa no debe confundirse con gente con suerte. El éxito tiene varias claves para poderlo alcanzar. La suerte tiene que ver más con el azar, pero el éxito es un trabajo de constancia y de superación,
A lo largo de mi vida me he encontrado con muchas personas brillantes a las que he estudiado y de las que he aprendido mucho. Me han servido de modelo a seguir.
Esos sujetos son inteligentes, intelectual y emocionalmente. Aplican su inteligencia en todos los aspectos de su vida tanto personal, social como profesional.
Hay un matiz que me llama mucho la atención y es que son personas dedicadas a su propia vida, no pierden el tiempo en preocuparse de criticar o interferir en la de otros. De alguna manera canalizan sus energías en mejorar todas sus debilidades y aumentar las fortalezas.
El individuo exitoso se va haciendo desde pequeño. Es curioso ante todo lo que el mundo nos muestra. Se motiva constantemente.Aprende de los errores y los convierte en oportunidades.
La cara negativa es que generan muchas envidias y les puede producir dolor, aunque la mayoría no lo manifieste.
Desde el papel que tenemos cada uno de nosotros ante la sociedad podemos animar a triunfar y alcanzar el éxito a las personas que están más cerca. Recuperar valores de esfuerzo, tenacidad, responsabilidad, superación y honestidad son imprescindibles.
Sintámonos orgullosos de las personas exitosas, ofreciendo la ayuda que cada uno pueda y formemos una sociedad de la que nos podamos sentir orgullosos.
Si nos lo proponemos todos podemos alcanzar el éxito siendo cada día mejores personas y colaborando a tener una sociedad más humana y brillante.
Imagen cedida por Miguel González Cabezas.