Ya ven, me solidarizo con Pedro Sánchez, yo también me pierdo con el GPS y si veo una carretera de tres carriles me da algo. No es cuestión de convertirle en el Gran Timonel de la noche a la mañana, pero entre los rectores norteamericanos puntuales, las zancadillas de Susana y la inquina de Pablo Podemos me temo que nuestro dirigente socialista va a perderse definitivamente y no precisamente por una carretera secundaria. De todas formas, el regodeo por este tipo de insignificancias me da que pensar porque falta altura moral en todas partes para hacer una crítica seria y argumentada en torno a la capacidad de nuestros dirigentes, los unos, y los otros. Políticos, periodistas, tertulianos y demás ralea se enfangan en la descalificación y la minucia sin ir más allá, y no sé hasta qué punto es falta de argumentación sólida y formación retórica o que el público, nosotros, tenemos poca enjundia para oír y leer algo más sustancioso. Lo nuestro son las disquisiciones frivolonas ?yo la primera- acerca del aspecto de la juez Alaya, o el estilismo de la vicepresidenta? y no digamos si entra en liza este señor de Podemos que se va de roscón con una socialité de esas rubias cuyo nombre no recuerdo porque son intercambiables. A todo esto, se nos muere Bolinaga en olor de santidad laica y Mas convoca unas elecciones que no se creen ni ellos. Pujol guarda la saca sin pudor ninguno y en Europa empiezan a mirar mal a todo el que huela diferente.
A todo esto, el Papa, que no había dicho ni mu, nos suelta la perla esa de que no se puede uno meter con la religión ajena. Y yo qué quieren que les diga, que soy muy de Francisco, sí, pero en este caso, calladito está divino de la muerte. La chanza y el chascarrillo es propio de la inteligencia que sabe bien dónde está el límite de la ofensa al otro, ese límite un tanto difuso que diferencia un insulto de un piropo. Charlie Hebdo no era humor grueso ni zafio ni estúpido, y sentirse agredido por ello es una buena prueba de que cierta parte del Islam está sujeto a un inmovilismo impropio? pero claro, hay que defender la parcela no siendo que aparezca San Pedro de portero de discoteca y hasta ahí podíamos llegar. Lo cierto es que todo es más complicado que unas viñetas, aunque esas viñetas tienen la importancia tremenda de lo que suponen: la libertad de vivir en una sociedad donde caben todos y hay un espacio de respeto, trabajo y progreso para todos? ahí es nada. Y luego, pues luego preguntamos cuál es la creencia de cada uno, pero después de haber atendido su dignidad de persona, su necesidad de trabajo, horizontes y educación. Y educación laica, por favor, luego en casita cada uno que rece mirando a lo que le dé la real gana y coma en paz lo ganado con el sudor de su frente. Y ya? y por cierto, para llegar a esta conclusión no habría que necesitar mucho GPS.