Poco a poco remite la resaca de la fiesta por la Libertad de Expresión en reconocimiento a las víctimas de los asesinatos en Francia.
Tengo en la cabeza metido a Mariano Rajoy desfilando en manifestación por París, mientras aquí impone una ley mordaza que cercena nuestro derecho a opinar, a criticar? ¡Vamos, que conculca la Libertad de Expresión que pregona en la parisina avenida de Voltaire!
Más cerca aún me viene a la cabeza la fecha del 17 de enero de 2013 cuando publiqué un chiste de denuncia acerca de lo mal que gestionaba (y sigue gestionando) el equipo de gobierno municipal (PP) de Villamayor de la Armuña (Salamanca) el tema de los incontrolados vertederos clandestinos que proliferan en la localidad. Aquel chiste me valió la anulación de una actuación de cuentacuentos para bebés que tenía comprometida con ellos y, lo que es más grave, sirvió para que fuese vetado en la localidad. Dos años después, los gobernantes del PP, tan demócratas, tan llenos de Libertad de Expresión mantienen su veto, homenaje a la carencia de sentido democrático y ejemplo de hipocresía donde los haya.
¡Dos años de condena por un chiste!
El chiste de la discordia publicado el 17 de enero de 2013
La hazaña la ejecutó el PP auspiciado por sus socios de gobierno, el SI, uno de cuyos dirigentes ha abandonado las siglas para erigirse en miembro de Vox, organización que pretende ser alternativa al PP y que acoge en su seno, nada más nacer, a personajes antidemocráticos, incapaces de aceptar la crítica y ejecutores de sanciones que desean sean vitalicias para todo aquel que ose cruzarse en su camino.
Poco cambia en este mundo.