La vi una vez, apenas unos segundos, el conductor del autobús arrancó, una sombra rozó mi cuerpo.
No hubo miradas cruzadas, sólo un repiqueteo de tacones alejándose con resuelto caminar y un perfume color a jazmín de patio andaluz.
No volveré a verla. Me enamoré y punto.
¿Puede ser que el amor de tu vida no tenga ni tiempo ni nombre?.
Sigo viajando en la línea 10, busco un rostro, un aroma y no apareces. Te habrás ido para siempre, ignorante de un velado deseo de romance.
El agua más pura es la siempre corre, la tierra más hermosa la que no toca el hombre y tu ausencia me cuesta la vida?
Fue sólo un segundo.
Para Juan Luis y Yoli