Hier c'était un jour pour penser, parler et écrire en français. Je dois dire d'abord que je n'aime pas la revue satirique Charlie-Hebdo, mais hier j'étais Charlie-Hebdo. O sea, ayer era un día para pensar, hablar y escribir en francés. Debo decir a fuer de sincero que la revista satírica Charlie-Hebdo no es santo de mi devoción, pero ayer yo fui, junto a millones de demócratas franceses y europeos, Charlie-Hebdo.
Mucho se ha hablado estos días de los fallos de seguridad que han posibilitado los atentados llevados a cabo en Paris. Yo no soy capaz de juzgarlos. Intuyo que es casi imposible una seguridad total en cualquier caso, pero más aún si se han de respetar y salvaguardar las libertades individuales, que pueden ejercerse también con la voluntad confesa de hacerlas desaparecer, como fue el caso -¿lo es todavía?- de 'nuestros' terroristas de ETA, GRAPO o Terra Lliure y lo es ahora por parte de los terroristas yihadistas, islamistas.
Como modesta reflexión sobre unos de los flecos del problema quiero compartir mi preocupación por un hecho cada vez más frecuente: el de los jóvenes europeos conversos al Islam. Me contaban hace un par de años unas monjas españolas que trabajan en una 'banlieu' ?el extrarradio- de Paris, que las 'organizaciones musulmanas de caridad' estaban llevando a cabo una ingente tarea de atención a jóvenes desilusionados con nuestro sistema social, no necesariamente pobres, aunque también, enganchados en la droga, sin una familia normal que llevarse al alma, carne de cañón en suma. He puesto entre comillas lo de 'organizaciones musulmanas de caridad' porque no se parecen mucho a nuestros grupos de caridad o acción social, Cruz Roja o Caritas y otras ONGs o Servicios de acción social de nuestras instituciones, sean Ayuntamientos, Comunidades Autónomas o el mismo Estado.
No me imagino yo, por ejemplo, a un voluntario de Caritas diciéndole a un joven con problemas: puedo ayudarte, pero te ayudaré si vienes a misa. Parece que el funcionamiento de los grupos de caridad musulmanes es muy diferente y logran contagiar a muchos jóvenes la sensación de seguridad psicológica, el sentimiento de pertenencia a una comunidad muy amplia, universal, la percepción de que su vida, antes perdida y desnortada, por fin tiene sentido fuera de consumismos y relativismos.
Creo que nos lo deberíamos de hacer mirar. Algo no funciona en nuestras instituciones, en nuestro sistema educativo y en nuestras iglesias, que no logramos inculcar y hacer vivir los valores cívicos, espirituales y religiosos que dieron origen a Europa, especialmente ahora que ya está claro, para casi todos, que los 'ismos' ?fascismo, comunismo, nazismo- no pueden construir ni mantener a Europa. Pero el hombre ?hoy en día la mujer, especialmente, pues son mayoría entre los jóvenes conversos al Islam las mujeres- es el único animal capaz de tropezar n veces en el mismo ismo. O en otro.