Con el frío de estos días lo único que me viene a la cabeza, figurada y literalmente, son los gorritos de lana y a poder ser con pompón.
No sé qué tienen que me encantan. Son calentitos, divertidos y ¡súper prácticos! Encajan a la perfección con cualquier estilo y, además, protegen el pelo de la niebla para evitar así que se te encrespe.
El mejor amigo de los gorros con pompón son las botas de borreguito, ya sean UGG o la marca que sea, porque completan el look invernal perfecto y si ya le metes un jersey de punto grueso o una bufanda a juego irás, además de cool, ¡calentita!
En cuanto a los colores, la verdad es que yo os aconsejaría colores neutros como los tierra y todo la gama que va del blanco al negro pasando por el gris. Son los tonos más recurrentes en estos meses porque son los que más juego te dan a la hora de combinar. Los he visto en rojo e, incluso, en amarillo fuerte pero me recuerdan a la guinda de un cupcake!
Como veis los pompones combinan muy bien con ponchos, capas, abrigos, trencas; en definitiva, con todas las prendas invernales. También con otro tipo de calzado como las botas de agua y es que si el día está tan frío como nublado sal a la calle con tu pompón en la cabeza, tu paraguas en la mano y tus katiuskas en los pies.
Pero si preferís unos botines camperos, de cordones o un poco más arreglados; no hay problema porque estos gorditos le van genial.
Como os decía antes, los pompones van bien con todos los estilos pero no son aptos para todas las ocasiones y es que eso de meterlo en un outfit con vestido de punto y salones y salir airosa sólo puede permitírselo Atlantic-Pacific.
La semana que viene más y mejor, hasta entonces podéis encontrarme en Trendy Caos.