Cuando hablamos de conflictos, bien sean personales o sociales, por lo general existen dos tipos de actitudes: Por un lado las de las personas que les gusta echar más leña al fuego para avivar e incluso quemarse, lastimarse e incrementar el problema y por el contrario, las otras personas que prefieren emplear un extintor para disminuir la dificultad y apagar el fuego.
A lo largo de nuestra vida nos encontramos con muchos individuos que actúan como los pirómanos, encendiendo fuegos por donde quiera que pasan y quemando a todo aquel que está a su lado.
Personas tóxicas que desprenden una energía muy negativa y que nos suelen contaminar e incluso asfixiar.
Por desgracia este fenómeno es muy común y sobre todo en este momento en el que la situación económica no favorece.
Estas líneas son para hacer reflexionar acerca de esta toxicidad humana que, lejos de disminuir, aumenta cada día.
¿Es tan difícil alejarnos de las noticias y las personas negativas ?
Yo creo que simplemente es necesario un cambio de actitud. Entender que cambiando y actuando de manera diferente obtendremos resultados positivos.
Educar en valores y aprender a utilizar herramientas de convivencia y superación ayuda .
Cuando se perciba que estamos en círculos que siempre hablan de lo mal que va la vida, que se quejan continuamente, que critican todo y a todos, tenemos dos salidas:
Echar más leña al fuego o buscar un extintor y tras apagarlo salir de allí. Al principio no resulta fácil, pero cuando se repite varias veces adquirimos el hábito y poco a poco iremos encontrado otras personas afines que nos ayudarán a reforzar nuestras conductas positivas.
¡No dejes que el fuego te envuelva! ¡Sálvate! Lleva siempre tu extintor mental que disminuya las situaciones desagradables.