Estamos ya inmersos en el año que viene y, tras el catastrófico anterior, únicamente puedo esperar que las cosas mejoren, de una santa vez, por el bien de todos.
Quedémonos con los momentos buenos, que siempre hay en cualquier situación, e intentemos fijarnos sólo en esas ocasiones, obviando las penalidades y contratiempos que surjan.
Unidos podremos lograr que las cosas vayan mejor para toda la ciudadanía, y no sólo para los responsables, que se irán de rositas, tal y como estamos, lamentablemente, acostumbrados a que suceda.
Otro país es posible, pero para ello necesitaríamos ser mucho más críticos con todo, independientemente de si el que roba, o el corrupto, es de nuestro partido o de "los otros": tenemos que aprender a exigir responsabilidades, y debemos recordar que tenemos tanto derechos como deberes, aunque esto no quede bien decirlo.
Veremos si, una vez superado el fin del mundo, en el nuevo "tipo de mundo", nos decidimos a sustituir la tradición de los Reyes Magos por los Republicanos Majos, que traigan libertad, igualdad y justicia, que buena falta nos hace.
Ahora sólo nos han dejado los deberes, erradicando casi totalmente los derechos, pero es algo que la mayoría de la gente ha aceptado sin rechistar, sea por mantener su trabajo, o porque sus hijos no son inmigrantes, o por cualquier otra razón, no deja de haber 47 millones de razones.
2015: Salud y Libertad
Publicado en Diariodesalamanca.es el 05/01/2013