OPINIóN
Actualizado 05/01/2015

No caeré en la tentación de, dada la fecha,  escribir la típica carta de deseos a sus majestades de oriente, aunque no he podido reprimir hacerlo en el título de este mi desahogo semanal.  En estos últimos coletazos regios de la nativitas,  la electoralidad del recién estrenado dos mil quince destila por cada uno de los poros informativos a los que estamos expuestos la mayoría de los mortales. Bien en forma de iniciativas de última hora con las que cubrir la memoria de tres años y medio de legislatura, o bien en forma de encuestas con un protagonista redondo, purpurado y coletero que ha emergido en el panorama político como un huracán, al parecer, imparable.

La preocupación por las huestes de Iglesias,  nada que ver con el regidor provincial, parece que ha calado especialmente en las filas del partido popular, que de manera "institucionalista" y "personalista" focalizan sus discursos, algunos de ciento cuarenta caracteres,  en desmontar parte de la demagogia pablista.

Por mi parte creo que como nicho electoral nada tienen que temer de quienes claramente han irrumpido por la izquierda más izquierda del espectro político, porque muy  mosqueado, demasiado,  tiene que estar  el votante popular para pasar de Finisterre al Cabo de Gata sin pasar por Pinto. Además estoy convencido que el verdadero podemos está dentro de las filas populares y porque no también socialistas. Ese podemos  contra el que exhiben la tibieza y los caldos templados frente a las corruptelas, corruptelillas o corruptelones, o  ante la concentración parcelaria de cargos orgánicos, institucionales y demás pedreas.

Las encuestas de todo tipo marcan tendencias nunca resultados y para cambiarlas opino, quizás erróneamente, que los votantes ahora quieren más realidad, más profundidad y mucha más verdad. Por esto pienso que nos espera un año en lo político apasionante y sobre todo expectante en sus giros,  en el que ya hoy lo demoscópico  determinará más que nunca o tanto como siempre lo que pasará de aquí a menos de un año. Y la mejor encuesta serán sin duda las municipales y autonómicas que marcaran filias, fobias y descréditos.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Oro, incienso y encuestas