OPINIóN
Actualizado 04/01/2015

Con mejor intención que fortuna me recomienda mi Director, cada vez que tiene oportunidad de hacerlo, que me retuitee; o sea que me autopromocione y me haga propaganda yo a mí mismo en las redes sociales. Trata de convencerme con ello de algo obvio e innegable pues, en efecto, ya sé yo que cuanto más te leen más famoso eres y más influyente y notable podrás llegar a ser y, de tal forma, a vender. Que, al final, es de lo que se trata.

 

No es preciso tal esfuerzo. Bien percibo yo que apenas nadie me lee y que, por eso, más abajo de la lista voy apareciendo cada vez. Pero lo siento. Estoy mayor ya para irrumpir con fuerza y eficacia en redes sociales que, si no ajenas, sí me resultan áridas y tediosas y de las que olvido las contraseñas ?y los sitios donde las tengo apuntadas- una y otra vez. Prometo, eso sí, recurrir a mi Santa para que me las guarde y recuerde.

 

Lo que ocurre es que también he empezado a percibir al tiempo que lo que pierdo en popularidad lo gano en independencia. Liberado del peso de que mis modestas columnas puedan llegar a ser algún día algo muy leído o difundido y con la certeza de que jamás mis opiniones serán nunca trending topic de la jornada, estoy más cerca de decir ?o intentarlo al menos- lo que me de la gana. No porque nadie me lo haya prohibido nunca, ojo: este periódico es un templo de la Libertad, a la que se venera y respeta como máximo valor, intocable e incuestionable. No. Ha sido siempre mi propio pudor ?esa especie de autocensura pueblerina y pacata- lo que ha dificultado que a veces dijera lo que quería decir o, más exactamente, como me apetecía decirlo.

 

Otras veces ?cual me está pasando ahora mismo- es que se acerca uno al folio ?metafóricamente, no se asusten , yo ya escribo con el ordenador- con la intención de escribir algo concreto y, apenas el artículo empieza a tener dos o tres renglones, adquiere vida propia, se independiza inmediatamente y-cual los hijos para los que tú pensabas algo que jamás estuvo en su voluntad hacer- vuela suelto y libre, incluso de su propio hacedor, para expresar algo que, si bien es verdad que en tí estaba y pensabas, no era lo que querías ese día decir.

 

Es curioso pero es verdad. Yo venía hoy aquí a expresar que, consciente de la escasa difusión de mis artículos, me iba a permitir ?mitad por comodidad mitad por incapacidad- encastillarme en ello para seleccionar los asuntos más por mi apetencia que por su actualidad, y hete aquí que estoy teniendo que realizar un esfuerzo notabilísimo para no salirme del asunto.

 

Bien pues dicho como está lo dicho: que escribiré sobre lo que me apetezca aunque esté pasado de moda ?periclitado se dice ahora- u obsoleto, prometo hacer un curso acelerado de redes sociales, uso y manejo del tuiter y facebook, a la medida de mis escasas posibilidades técnicas, y que sea lo que Dios quiera.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Audiencia y Libertad