¿Ficción? En nuestras manos está el hacerlo realidad. No hay cosa sobre la que más me gustaría escribir el 1 de enero de 2016 que sobre esto.
-Enero: En Grecia, Syriza gana las elecciones generales por mayoría absoluta y contagia una ola de esperanza e ilusión al resto de países europeos, sobre todo los países del sur y más sacudidos por esta "crisis-estafa", generando un efecto dominó que desestabiliza las Bolsas y el sistema capitalista entra en declive.
-Febrero / abril: En España, el ombliguismo, la necedad y la ceguera de unos y otros son vencidas por la necesidad, el raciocinio y la voluntad de una mayoría que busca ganar de verdad para que no sea todo mero ilusionismo y se quede en flor de un día. Se forman candidaturas de unidad popular que trascienden las siglas en las principales ciudades y pueblos de España, de ámbito municipalista y constituyentes, compuestas por formaciones políticas de izquierda, movimientos sociales y gente a título individual que anhela el cambio.
-Mayo: elecciones municipales y autonómicas. Las candidaturas de unidad popular se alzan victoriosas en la mayoría de capitales de provincia y principales Comunidades Autónomas. El bipartidismo reinante se desploma. Las calles estallan en júbilo y se reclaman elecciones generales de forma abrumadora.
-Junio: La Corona de España abdica y el Gobierno central, ante la situación de ingobernabilidad, no tiene más remedio que convocar elecciones generales anticipadas. Las candidaturas de unidad popular se coordinan y unen para tomar el Congreso de los Diputados bajo un programa de mínimos y como plebiscito de unas Cortes Constituyentes.
-Julio / septiembre: La candidatura de unidad popular gana las elecciones y el nuevo Gobierno comienza un proceso constituyente en el que se hace partícipe a la mayoría social del país.
-Diciembre: el Gobierno decreta una ley anti-desahucios y la nacionalización de los sectores estratégicos de la economía. Es el primer invierno en que ninguna familia duerme sin techo, agua o electricidad...
¿Te ha gustado? De momento esto es sólo ficción, unos deseos para este año que se avecina. Pero si queremos que esta ficción se convierta en realidad, estos deseos se tienen que convertir en una carta de propósitos de año nuevo. El 2015 se debe convertir en un año de revolución, solidaridad, alegría y victorias. Vamos a conseguirlo juntos y juntas, porque la única batalla que se pierde es la que se abandona.
¡SÍ SE PUEDE!