Y montones de tesoros, bendiciones, tenemos si ponemos nuestra mirada en todo lo que nos ha regalado el Señor; en cada amanecer y en cada anochecer podemos mirar hacia el cielo y contar todas las bendiciones que se han recibido. Toda la vida es una bendición de Dios y lo es la libertad, la salud, el trabajo, un pan para poder compartir con la familia y los otros, el poder reunirse con la familia de creyentes, el poder tener una sonrisa a flor de piel, el poder abrazar a los seres queridos.
El Señor habló a Moisés: Di a Arón y a sus hijos: "Éstas son las palabras con las que debéis bendecir a los israelitas: que yahvé te bendiga y te guarde; que ilumine Yahvé su rostro sobre ti y te sea propicio; que Yahvé te muestre su rostro y te conceda la paz " (Nm 6,22-27).
Dios promete a Abram, que estará siempre de su parte y llegará a ser punto de referencia para toda la humanidad: "Te bendeciré y haré famoso tu nombre, que será una bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. Por ti serán bendecidas todas las naciones de la tierra" (Gn 12,3).
Yabés fue más ilustre que sus hermanos, y su madre le dio el nombre de Yabés diciendo: "Di a luz con dolor". Yavés invocó al Señor de Israel, exclamando: "Si de verdad me bendices, ensancharás mis términos, tu mano estará conmigo y alejarás el mal para que no padezca aflicción". Y otorgóle Dios su petición ( 1Cro 4,9-11). Dios tiene bendiciones abundantes para sus hijos. Basta abrirse a ellas y no oponerse a los deseos del Padre.
La mano del Señor estuvo con Josué (Jos 4,24), Isaías, (Is 59,1) y la Iglesia Primitiva, (Hch 11,21). Jesús también nos prometió su presencia "Estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo" (Mt 28,20).
Cada familia y cada pueblo tiene su bendición. Estas son unas bendiciones irlandesas:
Que el camino salga a tu encuentro.
Que el viento siempre esté detrás de ti, y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Y hasta que nos volvamos a encontrar, que Dios te sostenga con la palma de su mano.
Que vivas por el tiempo que tú quieras, y que nunca quieras vivir tanto como vives.
Recuerda siempre olvidar, las cosas que te entristecieron, pero nunca te olvides de recordar, las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar, a los amigos que resultaron falsos, pero nunca olvides recordar, a aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar, los problemas que ya pasaron, pero nunca olvides recordar, las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro, no sea peor que el día más feliz de tu pasado.
Que nunca se te venga el techo encima, y que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer, una luna llena en una noche oscura, y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que haya una generación de hijos, en los hijos de tus hijos.
Que vivas cien años, con un año extra para arrepentirte.
Que el Señor te guarde en su mano y nunca apriete mucho su puño.
Que tus vecinos te respeten, los problemas te abandonen, los ángeles te protejan, y que el cielo te acoja.
Que la fortuna te abrace, que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero.
Que la buena suerte te persiga, cada día y cada noche.
Que siempre tengas muros contra el viento, y un techo para la lluvia, y bebidas junto a la fogata, risas para consolarte, y aquellos a quienes amas estén siempre cerca de ti, y todo lo que tu corazón desee.
Que Dios esté contigo y te bendiga, que veas a los hijos de tus hijos.
Que no conozcas nada más que la felicidad, desde este día en adelante.
Que Dios te conceda muchos años de vida, pues de seguro Él sabe que la tierra no tiene suficientes ángeles.
Una de las grandes bendiciones que un ser humano puede recibir es la de ser agradecido: con la familia, profesores, amigos? A veces sabemos de memoria los artistas más famosos, los premios Nóbel, las personas más ricas del mundo y, con frecuencia, nos olvidamos de nuestros familiares, los que nos educaron, los que nos tendieron la mano, los que se preocuparon por nosotros y estuvieron a nuestro lado en momentos difíciles?
En algunos países existe la bonita costumbre de despedirse con el Dios te bendiga. En todo el mundo, al principio de año, deseamos toda clase de bendiciones y felicidad a todos nuestros seres queridos. ¡FELIZ 2015! Que Dios te bendiga a lo largo de este año.