CULTURA
Actualizado 29/12/2014
Charo Alonso

La directora de la Casa Museo dedicada a Unamuno realiza este último día del año la ofrenda floral ante la efigie que Pablo Serrano esculpió en recuerdo al mayor intelectual que ha dado Salamanca

Hay algo cercano y afectuoso en la sonrisa de Ana Chaguaceda Toledano, la directora de la Casa Museo de Unamuno a la que siempre recordaré cuando, tras un recorrido exhaustivo por el hogar del viejo rector, abrió ante mí el paquete que contiene, cuidadosamente envuelto como un regalo inesperado, el original de 'Niebla'. Las manos protegidas por los guantes y un gesto solemne, cercano y entregado a la vez, la directora de la Casa Museo Miguel de Unamuno no solo me mostró las páginas manuscritas del autor, estaba haciendo gala del espíritu abierto, generoso y próximo de la institución, que no pierde en absoluto la solemnidad y la responsabilidad que se debe al recuerdo del insigne miembro de la generación del 98 cuyo archivo custodian. Ana Chaguaceda no es solo la directora de la Casa Museo, en la actualidad tiene el empeño de dinamizar el espacio en el que pervive el espíritu de Unamuno y el de toda su familia, participando con entusiasmo y generosidad en todas las iniciativas que recuerden al autor bilbaíno que llegó a Salamanca como profesor en 1891 para identificarse con la ciudad y sus paisajes y paisanajes. Por ello, no podemos más que congratularnos con la decisión de que sea, precisamente ella, Ana Chaguaceda, quien realice este año la ofrenda floral a Miguel de Unamuno. En la entrevista con SALAMANCArtv AL DÍA nos habla de todo ello.

-Viendo la lista de las personas que han hecho la ofrenda aparecen escritores, rectores, gestores culturales, políticos y la familia Unamuno ¿Qué supone para ti ser elegida este año?

-Fue una enorme sorpresa recibir la llamada del alcalde con la propuesta de  acompañarle este 31 de diciembre. Por supuesto acepté al instante, ilusionada y agradecida. Me gusta estar en los homenajes que se hacen a Miguel de Unamuno, bien como espectadora, bien participando de un modo u otro en ellos. Llevo ya muchos años pasando las Navidades en Salamanca y acudiendo con la familia Unamuno todos los 31 de diciembre a este acto del Ayuntamiento. En 2009 tuve la ocasión de participar en compañía de uno de sus  bisnietos, Enrique Santos de Unamuno, del actor Sayagués y otros compañeros con la lectura de algunos de los textos unamunianos más representativos y disfruté mucho con ello.  

-He visto que muy pocas o ninguna mujer han tenido ese honor ¡No sé si es pertinente señalarlo!

-Charo, creo que no, porque no tiene nada que ver con el mundo que rodea a Unamuno, sino con que en los cargos de responsabilidad política no haya apenas mujeres. En aquel momento coincidió que estaba como presidenta de la Diputación Isabel Jiménez.

-¿Cómo vas a afrontar el discurso?

-¡No tengo que hacer discurso! Parece que sólo rueda de prensa en el Ayuntamiento y luego llevar la corona con el alcalde

-¿Lo consideras un acto familiar, institucional, literario?

-Incluso algo mucho más importante, porque es un momento donde los salmantinos acudimos espontáneamente para honrar a uno de nuestros ciudadanos más queridos. Es un acto de y para la ciudad, realizado en uno de los espacios unamunianos más emblemáticos de Salamanca: junto a su casa, su Campo de San Francisco y al pie de la estatua de Pablo Serrano, que fue ejecutada por suscripción popular e inaugurada el 31 de enero de 1968, conmemorando el aniversario de boda de Miguel y Concha. Creo que no se puede elegir un lugar mejor.

Hay una fuerza especial en Ana Chaguaceda que tiene mucho que ver con el entusiasmo y la entrega de quien ama su trabajo y tiene una pasión que vive en todos los órdenes de su vida. Una pasión compartida. Tengo el privilegio de conocerla a través de su fantástico trabajo en el AMPA del IES Mateo Hernández, espacio de eminentes unamunianas como la poeta y filósofa Sagrario Rollán y las profesoras María Jesús García y Francisca

del Teso, testigos también de su trabajo y de su generosidad personal y divulgativa. Un empeño que desarrolla en actividades, publicaciones, intervenciones públicas y, en la actualidad, en las redes sociales, con la misma alegre generosidad que caracteriza a esta mujer de sonrisa plena que habita el espacio de su trabajo con la pasión entregada de la admiración y el amor, la resolución y la utilidad. Legado y tradición, que, como corresponde muy acertadamente a un miembro destacado de la universidad salmantina, deben estar unidos a la modernidad y a la proyección internacional.

-¿Hasta qué punto tienes una implicación personal con la figura de Unamuno? ¿Qué es lo que más te emociona en él? Es un hombre muy prolífico de obra y pensamiento ¿Qué señalarías ahora de su persona?

-Empecé a trabajar en la Casa-Museo a los 26 años. Conocía a Miguel de Unamuno como lectora de algunos de sus textos pero poco más. A lo largo de estos 25 años, he tenido la suerte de conocer y aprender de grandes investigadores que acuden a la Casa, de mi propia experiencia trabajando con el magnífico archivo que custodiamos en la Universidad y, por supuesto, de tener a mi lado a la familia Unamuno. Todo esto ha hecho que mi implicación con la Casa y con Miguel de Unamuno sea, efectivamente, más personal que estrictamente profesional. Miguel de Unamuno es un intelectual en el sentido más completo del término, respetado y reconocido por todos sus compañeros de la época. Me gustan, como lectora, su poesía y sus crónicas de viajes, pero reconozco que lo que más me llama la atención y me acerca a él son sus cartas y sus artículos. Admiro de él que es un hombre de los pies a la cabeza: vive de una manera honesta, consecuente con sus ideas, defendidas sin plegarse nunca ante nada ni nadie, siempre con pasión. Y  en la intimidad familiar, Unamuno es un hombre enamorado de Concha y entrañable y juguetón con sus hijos y nietos.

-Hay escritores, artistas que afirman que la ciudad de Salamanca no es generosa con sus personajes más ilustres ¿Lo es con Unamuno?

-Estoy convencida de que Salamanca sí es generosa con Miguel de Unamuno. Las Instituciones ?Universidad y Ayuntamiento principalmente- cumplen con su papel, diferente pero complementario, y ahí está la respuesta, siempre tan apabullante, de los salmantinos en todas las actividades unamunianas. Esto último es algo que comento frecuentemente con la familia Unamuno y tanto a ellos como a mí nunca deja de sorprendernos.

-La casa museo es un lugar de estudio y, últimamente, un lugar de encuentro de muchas  actividades culturales ¿Cuál ha sido la razón para que ahora se convierta es un espacio dinamizador de la cultura salmantina y no solo en la persona de Unamuno?

Queremos dar a conocer el resultado de trabajos en torno a Miguel de Unamuno , siempre que tenga alguna vinculación con la Casa-Museo Unamuno, y nuestro deseo es contárselo a todos. Organizamos las Jornadas Unamunianas para investigadores y especialistas, pero también nos gusta llenar nuestro estupendo salón rectoral de público que acude a escuchar al periodista Agustín Remesal ?quien gestó parte de su libro sobre Portugal y Unamuno en la Casa-Museo- o a los profesores y  alumnos de ASPRODES, por ejemplo, con quienes hemos llevado a cabo una adaptación a lectura fácil de tres cuentos de Unamuno

-¿Qué tiene de especial una casa museo con todo lo que implica de familiar, afectivo, cercano? No es cualquier estancia de la universidad, ni cualquier archivo?

Las Casas-Museo de escritores son espacios privilegiados de trabajo y contemplación. El visitante se encuentra frente a él con toda la intimidad de su autor y, gracias a ese ambiente doméstico, tan parecido en el fondo a cualquiera de nuestras casas, entendemos mejor al autor y al hombre. Esta proximidad y este poder respirar y ocupar por un tiempo el lugar donde habitó Miguel de Unamuno emociona. Un lujo para los investigadores: trabajar en el ambiente mismo donde D Miguel escribió esa carta o ese poema.

-¿Crees que hay un verdadero acercamiento, no del especialista, sino del hombre de la calle salmantino con respecto a Unamuno?

-En estos últimos años creo que se ha consolidado el acercamiento y conocimiento de los salmantinos. El "año Unamuno" en 2012 contribuyó positivamente a ello. Fui testigo de primera mano junto a Pablo de Unamuno, su nieto, con el que acudí a muchas de los actos en recuerdo que se hicieron entonces: en el Liceo, en el Ateneo, en el Casino, en la Filmoteca, en la Feria del Libro y en muchos pueblos de los alrededores, destacando a Candelario con una programación impresionante. El papel de mi Universidad creo que ha sido también muy importante con las tres exposiciones que se han realizado en estos últimos años: 2011, dimos a conocer los dibujos realizados por Miguel de Unamuno ; 2012 mostramos su relación con la fotografía ; 2014  acabamos de inaugurar la Exposición "Destierro, Des-cielo" en la que contamos su vida en Fuerteventura, París y Hendaya, principalmente. En las tres hemos querido mostrar al Unamuno más íntimo posible y creemos que lo hemos logrado, dado el interés despertado entre el público.

-¿La recién creada asociación de amigos de Unamuno servirá también para acrecentar su figura?
-Las asociaciones de amigos de un personaje cumplen con un papel importante y necesario, complemento siempre del que juegan las Instituciones de la ciudad. Todo suma y ésta es la premisa de la asociación que se acaba de presentar. Once socios fundadores -siete de ellos en la junta directiva-donde no representamos a nuestras instituciones, sino que formamos parte de ella a título personal, en calidad de "amigos de Unamuno" sin más. Me consta que ya hay un número importante de socios y que la junta dará a conocer en breve las actividades que han programado para el año que comienza. Asimismo, participarán en la ofrenda floral del día 31.

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