OPINIóN
Actualizado 22/12/2014
Marta Maruenda

No hace mucho tiempo, leí en una red social un texto precioso de Nuria, la hija de una buena amiga. Palabras meditadamente improvisadas y tan naturales que solo podían venir de un corazón que ha vivido en primera persona lo que escribe y lo que quiere expresar. Con ellas hice esta ilustración inspirada en sus acertadas reflexiones.

Cuando somos niños disfrutamos de la Navidad de una manera mágica, sin embargo cuando crecemos, tendemos a perder esa ilusión. A muchos no les gusta porque les hace recordar a esas personas que han dejado un plato vacío en la mesa. 

No debemos perder las costumbres precisamente por ellos. Los que faltan, nos enseñaron a vivir estas fiestas intensamente, a decorar cada rincón de la casa, a emocionarnos con los villancicos, a crear un verdadero sentimiento familiar. A sentir un cosquilleo con las doce uvas con cuidado de no atragantarse, a esperar con ansia a los Reyes Magos en una noche de nervios, a querernos, y sobre todo, a estar unidos.

Si ellos nos enseñaron todo eso, ¿por qué no seguimos su tradición? ¿por qué no nos emocionamos como lo hacían ellos al vernos a nosotros felices? A ellos también les faltaban personas en la mesa y jamás lo notamos porque se olvidaron de todo por ver nuestras caras de felicidad.

El mejor homenaje que le puedes hacer a quien no está, es hacer cumplir su legado ilusionándote. 

Aún estás a tiempo, ¿te apuntas?

Texto inspirado en la reflexión de Nuria Gutiérrez Martín.

Felices fiestas y...¡a quererse mucho!

 

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >La Navidad no es solo cosa de niños