Está claro que cada vez que está próxima la Navidad y, sobre todo, si es la última de la legislatura en curso, las administraciones públicas se apresuran a sacar de la chistera proyectos, ideas e iniciativas que muchos se preguntan que si para alumbrarlas se han necesitado cuatro años ¿cuántos se precisarán para llevarlas a cabo?
Entre las múltiples ocurrencias (en el buen sentido de la palabra, por supuesto) llama poderosamente la atención la reciente presentación de "Agrohorizonte 2020", una estrategia que la Junta de Castilla y León va a elaborar con la participación del sector -¡faltaría más!- y que potenciará el crecimiento y la competitividad del campo de la comunidad autónoma en los años venideros.
Dice el Gobierno regional que el 'invento' se apoyará en siete sectores estratégicos: vacuno de leche, ovino, ibérico, vino, remolacha, cultivos herbáceos de alto valor añadido y cultivos hortofrutícolas y patata, y que durante los próximos cuatro meses determinarán los objetivos concretos que se pretenden alcanzar y las medidas que se desarrollarán en el futuro.
Vamos que la cosa va para largo, si bien y contrario a lo que suele suceder, ya se habla de una financiación de 8.300 millones de euros, la cual, probablemente, será la resultante de una parte de la suma de las ayudas comunitarias que, por ley, recibe España y de las complementarias que tienen que aportar, también por normativa en curso, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y la Consejería de Agricultura y Ganadería. No obstante, hay que reconocer que sobre el papel pinta extraordinariamente bien, máxime cuando en los próximos cuatro meses estaremos a las puertas de dos citas electorales: las municipales y las autonómicas.
Más cercana en el tiempo y sobre todo más propia de las fechas en las que nos encontramos está la campaña turística "Tu otra casa en Navidad. Castilla y León", la cual responde, en palabras de la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, a la estrategia de crear y ofrecer al visitante un producto turístico especializado y asociado a eventos culturales, conmemoraciones o épocas del año concretas.
Se trata de una acción con 138 propuestas específicas de producto turístico elaboradas por los empresarios de la región, que se dividen en seis bloques temáticos: turismo rural, activo, urbano, gastronómico, enológico y experiencial, y cuya promoción prevé llegar a cerca de diez millones de personas en Madrid y en las comunidades del norte, mercados prioritarios para Castilla y León.
Pues nada, a captar visitantes porque de lograrse será sinónimo de creación de empleo y, en consecuencia, de riqueza, y, a lo mejor y se suena la flauta, se podrán seguir subiendo peldaños en el ranking del saneamiento de las comunidades autónomas ?ahora continúa siendo la sexta en mejor situación-.