OPINIóN
Actualizado 11/12/2014
Martín Gil

"Pocas cosas en este mundo deben ser más sabrosas que una tertulia de fútbol. Una tertulia aderezada, como Dios manda, con café, cerveza y cigarros. Una tertulia de aromas, de altisonancias, de voces altas a cada en rato, de discusiones y de un montón de malas palabras que no hacen sino poner colores y echar condimentos a la reunión de amigos? Ese jugador no es virtuoso, pero le echa un cerro de bolas. Por eso rinde. Si yo fuera técnico lo quisiera en mi equipo dice uno del grupo, y otro le responde: A mí no me gusta ese estilo, esa propuesta. Prefiero aquella que le ofrece valores a la estética, a la belleza del juego. Son visiones del fútbol, un hecho que trasciende la cancha y que por eso mismo deja de ser deporte para transformarse en un fenómeno social. Alguien lo definió así: Es un juego que se juega un día y que da para hablar de él los otros seis. Tal vez sea ahí donde esté su embrujo". ("Fútbol en el café de Cristóbal Guerra". Publicado en El Nacional, 27.10.2002).

Hace tiempo que solo expreso ideas de fútbol en pequeños retazos que me atrevo a escribir en esta página, y en otras muy familiares que me permiten libertad de expresión. Porque ya es más peligroso discrepar de fútbol que de política? Cada vez cuesta más conectar con los llamados entendidos, en realidad el juego del fútbol dentro del campo interesa menos que los sucesos que genera en su entorno y el "forofismo" te maltrata verbalmente e intenta desprestigiarte por cualquier opinión contraria: "¡Pero, qué dices? Tú lo más redondo que has visto es una tableta de chocolate"?!

Conversar de fútbol sería un modo de expresión civilizado pero, cualquier posicionamiento discrepante, se suele resolver con estallidos de ira, insultos y malos modos?  Yo, que disfruto siempre con el fútbol bien jugado cualquiera que sea el equipo que lo practique, opino en público con ciertas reservas porque enseguida recibes la incomprensión del competidor, incluso insultos inconvenientes que nada tienen que ver con los gustos futbolísticos? Quizás las tertulias deportivas en radio y televisión debieran evolucionar hacia una información menos incisiva e insultante, menos partidista, y debieran preocuparse por las audiencias sanas y más tolerantes? ¿La educación deportiva acabaría con este estado de situación negativo?? ¿Y quién se irroga esa función formativa?? ¿Ello mejoraría los estados de violencia en el fútbol??

 

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