Pensar en rojo es sinónimo de imaginar una cabina de teléfono londinense, un Ferrari, un vestido pomposo de alta costura, una rosa recién cortada o quizás una barra de labios de Dior. El color rojo significa peligro, calidez, pasión, vida, amor y tal vez otras cincuenta cosas más. En realidad es un color cargado de información. Y es que hablar de tendencias de moda no sólo es hablar de vestidos y zapatos, ni siquiera de estilos y materiales; va mucho más allá. Hay colores que también son tendencia y en este caso se trata del rojo, una opción de lo más femenina.
Al mítico binomio blanco-negro se suma esta vez el rojo, convirtiéndose en el tres en uno más representativo de la colección otoño-invierno 2014-2015 de Valentino. Mini vestidos y botas hasta las rodillas evocan el estilo sixties. La clase y la riqueza de los tejidos en forma de vestidos largos fluidos en color pop nos teletransporta a épocas pasadas, como si de un cuento se tratara. Magia en estado puro: así son los desfiles de la casa de moda italiana.
Sin embargo, esto no es suficiente. Valentino Clemente Ludovico Garavani puede presumir de tener un color que lleva su nombre. La mezcla de un 100% magenta, un 100% amarillo y un 10% negro compone el rojo Valentino, una tonalidad que desde que nació cautiva a todas las mujeres. ¿Quién no sueña con llevar al menos una vez en su vida un vestido rojo Valentino? El diseñador italiano dice que se enamoró de este cálido color cuando vio que un grupo de españolas lo utilizaban para vestirse. "Siempre me ha encantado el rojo, desde que tengo memoria, pero lo descubrí y se apoderó de mí después de mi primer viaje a España. En aquella época vivía en París y tenía menos de veinte años. Me invitaron al teatro, y allí contemplé a una serie de mujeres españolas elegantísimas, vestidas de rojo. Espléndidas y fieras, muy sensuales y elegantes."En la historia de la moda, otro de los iconos que hace que el color de la pasión sea su seña de identidad es el diseñador francés Christian Louboutin. Las suelas rojas de sus zapatos ya han pisado cientos de red carpets, mimetizándose con el entorno, así como las calles de las grandes y pequeñas ciudades. Seguridad y confianza son lo que sienten las mujeres que los visten. Precisamente, el modelo Pigalle ha cumplido esta temporada diez años desde que el creador parisino lanzara los stilettos de afiladísimos tacones.
Giorgio Armani Privé, en la colección de esta temporada, también ha querido ensalzar a este color. En pequeñas dosis, como un bolso o unos guantes para complementar un outfit; o en total look, como un traje de noche hasta los pies. Tintes futuristas traducidos en prendas de piel, seda y organza del rojo más pasional. Otra de las casas que se ha decantado por esta tonalidad es Prada, que en la semana de la moda milanesa presentó, entre todo un popurrí, los jerséis de estilo sporty chic combinando el rojo con el gris y el negro, así como las estridentes botas altas acharoladas o los vestido-abrigo de pelo. Como de costumbre, sin dejar indiferente a nadie.
Las sonrisas también se tiñen de rouge. En este sentido, hay que agradecer a muchas sufragistas estadounidenses del siglo pasado que en torno a los años veinte decidieron tomar las riendas de su vida (fumaban, conducían, hacían deporte, bailaban...) y de su aspecto físico, llevando lápiz de labios rojo como símbolo de independencia y libertad. Desde entonces, la barra de labios en coral o carmesí, sea cuál sea su versión, simboliza el poder y la aspiración.
De los labios a los pies, el tono de las pasiones, buenas y malas, llega para olvidar el frío en forma de vestidos entallados y accesorios a todo color. Y colorín, colorado?