Las semanas fueron pasando. Como pasan los trenes sin que uno decida a cuál subir porque no sabe muy bien del todo dónde van y dónde quiere ir. Las citas de los miércoles se sucedían inexorables. Con sol en otoño. Bien entrada la noche en invierno. Buenas tardes chicos, ¿cómo ha ido? Y entregábamos nuestra planilla con todos los alimentos ingeridos. El ejercicio que no habíamos hecho. ¿Quién se pesa primero? Luego la cinta métrica en el pecho, la cintura y la cadera. Una tarjeta repleta de números, como el cartón de un bingo, como un mensaje cifrado. Y el diagnóstico semanal. Muy bien, poco a poco. Has bajado grasa, pero los líquidos se mantienen. De peso fenomenal, otra vez bates tu propio récord. Aquí van unas ideas para los menús de esta semana. No olvidéis lo importante: fuerza de voluntad e ir incorporando hábitos sanos a la vida normal.
¿Cuando dé a luz qué vamos a hacer? Esta tía es una máquina. Me encanta cómo nos ha explicado todo el rollo de las proteínas, los carbohidratos, las vitaminas y las grasas. Es genial que no nos genere esa tensión de endocrinos y dietas salvajes. Lo de las cinco comidas diarias es un coñazo pero funciona. Lo mismo que caminar entre semana. Y lo de la fruta es alucinante. Lo mismo que el haber descubierto el mundo de las hierbas en el agua hervida. La verdad es que me siento más yo. Y noto que estoy más ágil. Hasta animado. Gracias por haberme traído. Es verdad que la chica es joven, pero dice cosas sensatas. Y ahora que me he aprendido los colores del semáforo de alimentos? a ver si se incorpora pronto y aguantamos perdiendo todo lo que nos sobra para seguir ganando la salud que nos faltaba.