La vuelta a las cavernas. Son peleas "sin armas". Tribu contra tribu. Pero poco les costaba a aquellos hombres sin afeitar y vestidos con las pieles que le habían quitado a los ciervos antes de comérselos, arrancar una rama se un fresno o de un abedul. Igual que ahora. Pero ahora es más fácil arrancar un barrote de hierro de la valla de un jardín o guardar un cuchillo de Albacete debajo de la sudadera. Además antes no había clubes, los de las cavernas no jugaban al golf, ni al fútbol. Ahora sí hay clubes. Y resulta que los clubes están detrás de las peleas entre los ultras de los clubes. Y en los clubes están los que dan patadas a un balón y esa gente de traje oscuro y corbata de colores chillones. Y esos son los que tienen el dinero. Conclusión que detrás de las peleas de los ultras está el dinero de los que dan patadas y de los hombres de traje y corbata. Los de las cavernas se disputaban un territorio para encontrar su comida. Los clubes no se sacian de dinero. Son insaciables.