No hay nada como la conmemoración de una efeméride para poner de acuerdo a las administraciones públicas, ávidas de captar recursos y de engrasar la maquinaria de la economía para que el consumo se reavive y con ello la creación de riqueza que tanta falta hace.
La celebración en 2015 del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús lo ha hecho posible y así ha echado a andar la denominada Ruta Teresiana en Castilla y León. Se trata de un nuevo producto especializado que ahonda en el turismo cultural y religioso, y que propone un recorrido dinámico a través de los lugares en los que la mística creó fundaciones en la comunidad, entre ellas Salamanca y Alba de Tormes, y que incluye, además, cuatro sub-rutas temáticas sobre su vida, las Ciudades Patrimonio, las primeras fundaciones y las ultimas moradas.
Las estadísticas reflejan que este tipo de turismo, el religioso, en el que la capital salmantina aspira a convertirse en referente, está ganado adeptos tal y así se constata que en 2012 España recibió 60.857 turistas internacionales por motivos religiosos o que residentes españoles realizaron 292.815 viajes en ese ámbito, lo cual supone un crecimiento interanual del 1,6 por ciento.
Sin embargo, este tipo de estrategias puestas en marcha por el Gobierno del presidente Juan Vicente Herrera, y en el caso concreto del V Centenario de Santa Teresa de Jesús de la mano de las nueve localidades de la región con fundación teresiana, parecen no gustar al secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, quien prefiere "apostar por la creación de un verdadero modelo de creación de empleo y desarrollo sostenible de riqueza, vertebrador de los territorios que impida la despoblación" porque los socialistas "no" creen en la política de promoción "sin nada más". Pues, allá ellos.
Confiando en que el ánimo no decaiga, bienvenida sea, por otro lado, la propuesta del Consejo Social de solicitar a la UNESCO que la Universidad de Salamanca sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y de que las fundaciones Santa María la Real y del Patrimonio Histórico se hayan fusionado en una ?la crisis hace estragos- para trabajar en la conservación, restauración, promoción y difusión de los bienes integrantes del patrimonio cultural, natural y social.