Hoy lanzo una opinión para debate: "El entrenador de fútbol-base NO debe decir que se ha equivocado en la alineación"
Seguramente esta afirmación creará controversia y mucha gente no estará de acuerdo conmigo, me discutirá la frase y me pondrá mil ejemplos en los que estaré yo implicado como entrenador y en los que se pondrán de manifiesto errores que cometo o he cometido, pero errores, que al fin y al cabo, me enseñan a evolucionar y a mejorar mi forma de llevar un grupo humano-deportivo
El sentido de esta frase, atrevida y prepotente por otro lado, viene determinado por el punto de vista por la que se analice y seguramente yo mismo podré manifestar mi total desacuerdo con ella si defiendo mi forma de ver el fútbol-base, a sabiendas que aun así, tampoco se puede dejar contento a todo el mundo.
Defendiendo mi postura y siguiendo las líneas de actuación que han de marcar la progresión, la educación y el aprendizaje de los jugadores, dando a cada uno de ellos un rol dentro del equipo, dando a cada jugador un valor que le haga sentirse partícipe en los éxitos y fracasos del grupo, arriesgando un resultado si con ello todos los niños-adolescentes son considerados piezas importantes dentro del grupo, puedo considerar esta afirmación como correcta se gane o se pierda el partido.
Obviamente, si el partido se gana, es que el entrenador ha dado con la tecla y no se ha equivocado en la alineación y los jugadores que han saltado al campo han sido los idóneos y adecuados. Pero y ¿cuándo ocurre lo contrario? Si cuando se pierde, yo como entrenador, manifestara mi error en la confección de la alineación, no estaría haciendo otra cosa que trasladar de forma subliminal la culpa de la derrota a los jugadores que han salido al campo, y sino a todos, si a algunos de ellos, pudiendo dar origen a aspectos tan negativos como la disminución de la confianza en ellos mismos, entre el resto de componentes de la plantilla, entre el jugador y el entrenador, lo que nos conduciría a un gran "hándicap" para su evolución en el aprendizaje y en la educación deportiva.
Si por el contrario, un entrenador siempre tiene un equipo fijo en la cabeza, si sábado tras sábado los jugadores que saltan al campo son los mismos y tanto los padres como los niños son capaces de repetir de memoria la alineación en cada partido, en este caso SÍ que puedo decir que un entrenador se equivoca en la alineación. Ganará los partidos, dará confianza a los jugadores y les hará progresar, pero no a todos, solo a unos cuantos y ahí, ahí es donde radicaría su equivocación.-
Esto solo es una opinión, pero miradla desde este otro lado y pensad lo que sentiríais si vuestros hijos fueran de los que juegan poco o de los menos habituales y el día que juegan, pierden el partido y escucháis al entrenador decir: "Me he equivocado en la alineación".