OPINIóN
Actualizado 26/11/2014
Abel Sánchez

                        Son tan efímeras y tan falsas las promesas de compromiso de lucha contra la corrupción del Partido Popular, del PSOE y del gobierno que lo que sorprende  no es que sigan apareciendo cada día nuevos casos de corrupción, sino que aún haya personas que crean en estos mentirosos.

                        En solo dos días se han sucedido varios hechos que nos obligan a frotarnos los ojos para ser conscientes de que estamos despiertos.

                        Después de los sonrojantes vaivenes del presidente de Extremadura, sr. Monago, intentando explicar lo que ya hemos entendido de sobra todos nosotros, los de siempre, PP y PSOE llegan a un acuerdo por el que el Congreso y el Senado dirán cada tres meses el montante de lo que nos cuestan los viajes gratis total que sus señorías hacen en su incansable labor en beneficio de los ciudadanos; nada de decirnos los viajes que hace cada uno de ellos, y mucho menos las razones que justifican esos viajes, hay cosas que es mejor que el común de los mortales no sepa, no estamos preparados para entender todo lo que hacen los padres de la patria; así, seguiremos como hasta ahora, cada diputado o senador podrá viajar donde quiera, para lo que quiera, a costa del erario público, pero eso sí, para que suframos más sabremos a cuánto tocamos. Todo un prodigio de transparencia y de haber entendido las demandas ciudadanas.

                         Tras el escándalo de las tarjetas "negras" de Caja Madrid (si hacen un pequeño esfuerzo lo recordarán, porque hace poco tiempo, aunque es verdad que ha habido tantos casos nuevos desde entonces que ya parece lejano), los partidos implicados se dieron públicos golpes de pecho para demostrar que iban a ser implacables con los corruptos que se habían aprovechado de estas tarjetas y aseguraron que echarían a todos los implicados. El Partido Popular, en estricto cumplimiento de su compromiso, obligó al gerente del partido en Madrid, Beltrán Gutiérrez Moliner (que se había beneficiado por un total de 58.000 euros) a presentar su dimisión; ahora bien, el truco se ha puesto rápidamente de manifiesto: al día siguiente volvió a ser dado de alta por el Partido Popular de Madrid, y hoy sigue ejerciendo sus funciones y cobrando su salario, y manteniendo su boca cerrada.

                        El teniente del ejército de tierra Luis Gonzalo Segura, ha tenido la desfachatez de publicar un blog ("Un paso al frente") en el que denuncia corruptelas entre mandos del ejército, ofreciendo las pruebas de ellas, y defiende a los soldados frente a los abusos de poder que se cometen; en uno de sus últimos artículos, titulado "los soldados no son perros ni los tenientes coroneles marqueses", en el que pone de manifiesto cómo se utiliza a los soldados para realizar obras y reparaciones en la vivienda de un teniente coronel (¿se acuerdan de los tiempos de la "mili?). La respuesta de nuestro moderno ejército, garante de la brillante democracia que disfrutamos, ha sido la de proceder al arresto inmediato del teniente, sin pasar por juez alguno, y mantenerle incomunicado, situación en la que se encuentra en este momento.

                        Esta es la avanzada seudodemocracia que nos quieren vender. La de los corruptos mentirosos que se aferran al poder.

                        Pero no se preocupen, para que no tengamos que estar todo el día hablando de estas cosas que no comprendemos, Televisión Española nos ha hecho un regalo para que podamos vivir con auténtica ilusión lo que nos queda de año: ¡Ramón García y Ana Obregón volverán a presentar las campanadas de nochevieja!; cierren los ojos, quiten el color y digan qué ven. 

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