PODEMOS: primera persona del plural del presente de subjuntivo del verbo podar.
El Ayuntamiento de Málaga, ciudad hermosa y encantadora donde las haya y para no perdérsela, viene haciendo desde hace meses en algunos medios radiofónicos publicidad de sus valores y encantos para invitarnos a visitarla. Yo, que no me tengo por "mal pensado", porque no lo soy, tengo que reconocer mi lado irónico, socarrón y quevedesco y atribuir una segunda intención en el eslogan de la campaña: "En Málaga sólo faltas tú", va por Errejón, ese chico de PODEMOS - primera persona del plural del presente de subjuntivo del verbo podar ? que consiguió por la via directa del enchufismo una beca de investigación en la Universidad de Málaga, cuarenta horas semanales, 1825 ? de sueldo neto y no ha pisado por allí. Porque hacer un estudio sobre " La vivienda en Andalucía: diagnóstico, análisis y propuestas de políticas públicas para la desmercantilización de la vivienda" es algo fundamental para resolver este problema y nadie mejor que un Doctor en Ciencias Políticas, requisito que se pidió en su día, según cuenta Alberto Moreno, militante/camarada de Podemos y Jefe de Errejón en la Universidad a la que no ha ido , al menos de lunes a viernes, para cumplir su contrato. Del concurso sólo se enteró el susodicho y por eso la plaza fue para él, no por enchufismo, no vayamos a pensar mal, que estos no son de la casta a extinguir, son de otra (peor).
Si llevan cuatro días en el "candelabro"- que diría la miss ? y ya les va saliendo el curriculum jalonado de las mismas lindezas que quieren limpiar en otros, vayamos tomando nota de lo que podemos ? primera persona del plural del presente de indicativo de verbo poder ? podemos, digo, esperar de estos salvapatrias. La poda que nos esperaría sería incalculable: poda de libertades, poda de derechos, poda del prestigio internacional, poda de la riqueza? porque la harían de raiz y no conocería a España "ni la madre que la parió", que ya lo dicho un podador ocurrente.
De palabrería vamos servidos. Necesitamos otras cosas, otros dirigentes, que no siempre nos tienen que regalar los oidos. Los ciudadanos también necesitamos que nos den caña de vez en cuando, porque la corrupción es un brote verde que germina cuando menos te los esperas y en quien menos te imaginas. Y estos "podadores" no son mejores que los que hay y las maneras que apuntan son para llevarnos por peores caminos y quedarse ellos con la mejor parte. Ejemplos patentes tenemos y conocemos, suficientes para escarmentar en cabeza ajena.