OPINIóN
Actualizado 23/11/2014
Álvaro García Velázquez

"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurreción es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes." Artículo 35 de la Declaración de los Derechos del Hombre de 1793

Nadie lo puede negar, la hegemonía cultural del liberalismo en todas sus vertientes: política, económica y ético social ha sido la imperante. En la política, reduciendo la democracia a votar cada 4 años a una élite supuestamente representativa. En la economía, queriendo llevar al Estado a la mínima expresión; esto es: mantener el nivel de la administración pública indispensable para mantener su chiringuito y colocar a familiares, las fuerzas de seguridad necesarias para poder protegerles de posibles revueltas y, por último, la capacidad de rescate en caso de que sus negocios privados fracasen (como con el rescate bancario). En este caso se han servido de los llamados socialdemócratas, tontos útiles desechados en el momento en que ya no les servían, y para ser más concreto, desde la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética y su bloque que, con todos sus defectos, servía de dique de contención ante el capitalismo salvaje. En lo social y ético, fomentando el individualismo y cebándonos con programas de tv vacíos de contenido racional, convirtiendo la conciencia de sociedad en rebaño, importándonos un carajo el que tenemos al lado y rezando el tan proclamado "virgencita que me quede como estoy".

 

Y decía que ha sido la hegemonía cultural imperante. Hasta ahora. Desde el nacimiento del 15-M, el cual supuso una explosión de concienciación política colectiva, haciendo un alegato, en muchos casos sin saberlo, de la tradición del republicanismo radical (que tiene sus inicios ya en la Antigua Grecia, y que se desarrolla en los principios de "Libertad, Igualdad y Fraternidad" de la Revolución Francesa), así como del Socialismo (el único garante de que esos principios puedan llevarse a la práctica), se ha visto que hay capacidad para crear un bloque contrahegemónico que poco a poco va calando en la sociedad, gracias también y en buena parte a nuestros intelectuales orgánicos. Lo que ha supuesto el 15-M es la desconstitución de la estructura del 78 por estar ésta agotada y caduca. Situación creada principalmente, y aunque suene contradictorio, por los mismos que la establecieron.

 

La principal diferencia del 15-M con los distintos procesos de Ganemos que se están dando es que mientras el primero se trataba de desconstituir lo establecido y buscar la alternativa, los segundos son movimientos constituyentes que buscan llevar esa alternativa a la práctica, entendiéndose que debe pasar por un cambio en las urnas, y que la forma más cercana y útil de hacerlo es a través del municipalismo. Se trata de que elijamos entre las dos opciones, elegir ser rebaño y seguir agachando la cabeza o, por el contrario, que el rebaño tome conciencia de manada. Liberalismo vs Republicanismo socialista. Yo lo tengo claro:

"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurreción es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes."

Artículo 35 de la Declaración de los Derechos del Hombre de 1793

 

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