EL BENDITO ABURRIMIENTO
Se pone uno ante el folio a ver qué le sale para la colaboración del domingo y, la verdad, apenas tiene material interesante para escribir: la querella de la fiscalía, la tonadillera presidiaria en ciernes, el grado penitenciario del político de turno, o la salud de la duquesa.
Tentadores asuntos todos ellos, a cual más interesante y trascendental, de forma que resulta difícil no preguntarse uno si se merece tan amplia panoplia de actualidad y hondura.
Doña Cayetana, la pobre ?es un decir- que parece que se acerca al momento más crítico de su vida, me hace pensar si, con los medios a su alcance, no hubiera podido tener una biografía menos insulsa, e inmediatamente me acuerdo de un mi hermano que gloría el "bendito aburrimiento" como camino para tranquila procura de los momentos felices.
Y, en efecto, quién soy yo para decir que hubiera debido hacer ?o que yo en su lugar habría hecho- no sé qué cosas. "Quién soy yo para juzgar a nadie por su inclinación", dijo hace poco el Papa Francisco y, en efecto, así debe de ser. No deja de ser curioso que sea especulando sobre Cayetana que me haya venido a las mientes ?sin esfuerzo, fluidamente- la frase de un católico. Hace años que no me sucedía.
Pero, en fin, estas cosas tienen estos efectos, sobre los que seguramente convendría rumiar pensamientos más enjundiosos y sosegados, mas la prisa ?el signo de los tiempos- nos impone ritmos y renuncias que algún día tendremos que aprender a soslayar.
En la historia reciente de este pobre país hay fechas que se antojan especialmente críticas por las efemérides que evocan. Curiosamente, en sus aniversarios vuelven a suceder eventos también notables y significativos para nuestra sociedad y sus ciudadanos. Por ejemplo, el 23F de infausto recuerdo, tuvo su réplica en la expropiación de Rumasa apenas un año después. Salvando las distancias ?y que nadie se me encrespe; lo digo con todo el respeto hacia el hecho de la muerte y con tanto o más por la alternancia democrática- el 20N también replicó mucho después con la recuperación del poder por los populares.
No sé si por casualidad ?o por deliberada coincidencia- hace algún tiempo que no estoy en España en esas fechas. Tampoco este 20N estaré. Cuando vuelva, ¿qué me habrán hecho de España estos coetáneos míos?. Como en otras ocasiones, en llegando a suelo patrio me acercaré a las noticias entre asustado y curioso, queriendo y temiendo ?como buen neurótico- conocer la realidad de entonces.
Y aunque la salud de Cayetana, o la situación de Matas o el ingreso de la Pantoja me traigan respetuosamente al pairo, me juego una perra gorda que serán las novedades que se empeñarán los medios en darme a conocer primero (salvado sea el sacrosanto fúmbol de los cojones, claro).
Y entonces, como en otras ocasiones, esa será la verdadera noticia: que lo substancial sigue siendo lo accesorio y lo inane principal. O sea, que seguimos en España acurrucados confortablemente en el "bendito aburrimiento"
Autor: Maguilio TAVIRA
Sección: Opinión del Domingo. "Y LO CINCELÓ DE VERBOS"
Fecha: 23 de Noviembre de 2014