Uno, sí, uno mismo, sabe que hoy digo "a" y mañana puedo afirmar lo contrario. Así somos. De esta pasta tan versátil y efímera estamos hechos. Por eso, no se debe firmar un documento en blanco por nadie. Tampoco resulta aconsejable admirar a nadie de por vida o exigir a nadie que actúe como un Cid Campeador de por vida. No somos héroes, ni sabios, ni misericordiosos de por vida. Lo somos a ratos. Y en otros, muchos, pero qué muchos, somos mezquinos, egoístas y cobardes. Esto que escribo nos resulta mas que obvio para los ciudadanos de a pié. Quiero decir para esos ciudadanos que no viven o se desviven por salir en un telediario, ser agasajados, premiados, ensalzados, reconocidos socialmente. Que no pretenden pasar a la "historia" salvo en el recuerdo, cuando ellos se extingan, de su compañera, de sus hijos y allegados como una persona honesta, trabajadora, tolerante, alegre y poco más. Y nada más, si Vds. me apuran. Podemos, ¡Oh Podemos¡ se ha convertido en un tiempo verbal de moda. Del hoy y del in-mediato mañana. Tan, tan de mañana como a "un año vista", elecciones generales... Elecciones a la presidencia del gobierno en una España devastada por la crisis económica, por la masiva corrupción, por la ineficacia y por el desencanto ciudadano. ¡Sólo el diez por ciento de los españoles confían en el quehacer de los políticos! Por supuesto que veo con simpatía tal iniciativa, la de Podemos. No me culpen por ello, ni lo hagan con otros muchos que piensa como yo. ¿Adónde mirar? ¿En quien confiar? Saben... , a mí eso de la coleta me da igual o nos da igual, lo de Chávez me da igual o nos da igual, lo de la ultraizquierda me o nos da igual y lo del populismo nos hace reír a carcajadas... Hemos sufrido durante muchos años demasiados gobernantes con corbatas e impecables trajes confeccionados a medida, ministras de Zapatero posando para Vogue, etcétera, etcétera, todos ellos, en suma, forrándose y engordando sus cuentas corrientes. Todos ellos mirando para otro lado. Para el lado equivocado. Para el de los consejos de administración de los grandes y no para el de los pequeños. Para la calle donde vivimos la mayoría de los españoles. De ahí el: "¡No nos representan¡" ¿Resulta tan difícil de comprender? Podemos no lo inventó Pablo Iglesias. Podemos lo inventó la gente en la calle, en el 15M, lo inventaron las "mareas" y lo inventaron las familias de a pié en sus casas viendo la televisión. Viendo a los Camps, a los Fabras y a las Ritas Barberás y a Juan Carlos cazando elefantes y a Aznar casando a su hija rodeada de golfos y también a Zapatero enarcando la ceja con voz afligida. Y también viendo miseria, pobreza, malnutrición, mafias de cuello blanco... Nosotros no tenemos la culpa de sentirnos tan indignados, la tienen ellos. Alguna gente, harta, mira con esperanza a Podemos. Quizás haya llegado el momento de decirnos, de asumir que se puede y se debe. No tensen demasiado la cuerda...