Conferencia en la jornada de clausura del XII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (GALERÍA DE FOTOS)
El Palacio de Congresos ha sido este sábado escenario de la conferencia impartida por Francisco Blanco en la clausura del XII Congreso Nacional de Cirugía Bucal. Blanco ha disertado sobre las relaciones de Unamuno con la investigación y la ciencia, poniendo especial empeño en explicar el origen, alcance y significado de la famosa frase "¡Que inventen ellos!".
Francisco Blanco ha explicado que Unamuno es popularmente conocido por algunas frases lapidarias que pronunció o escribió a lo largo de su vida, entre las que destaca "¡Que inventen ellos!", expresión nunca bien entendida y manipulada por quienes han intentado aprovechar la afirmación del maestro con fines inadecuados para justificar sus intereses, presentando a Unamuno como enemigo de la ciencia, la investigación y el progreso, cuando el pensador vasco lo que atacaba fundamentalmente era el cientifismo, es decir, la fe ciega en la ciencia por encima de todo, como dogma incuestionable y superstición científica de investigadores, sin negar el valor de la investigación científicaSe enmarca la frase en la dura polémica sobre la europeización que tuvo lugar a principios del siglo XX, como secuela inmediata de los enfrentamientos entre progresistas y conservadores de finales del siglo XIX en sus debates sobre ciencia y religión, cuando europeizar era para los europeístas capitaneados por José Ortega y Gasset, tener o no tener ciencia, frente a los cuales se posicionó Unamuno identificando la ciencia española con la mística, como metafísica hispana, frente a la ortodoxia científica que él llamaba inquisidora. Es decir, a la europeización de España, identificada como cientificación, Unamuno opuso la españolización espiritual de Europa.
Cournot puso en sus manos una idea fatalista que recogió el maestro, afirmando que el temperamento de los pueblos hace a unos más aptos para las ciencias y a otros para las humanidades, origen de su postulado sobre la función literaria, espiritual y filosófica que España aportaba a la división del trabajo entre los seres humanos, beneficiándose "unos" de la invención científica de "otros", y sacando estos provecho de la espiritualidad, el arte, la literatura y la mística de los primeros. El debate concedió a Unamuno la oportunidad de proponer un crecimiento del espíritu, cultivando la sabiduría interior, puesto que la vida no era sino una preparación para la muerte, tomando la ciencia únicamente como medio y huyendo de los peligros del intelectualismo científico.
El rector explicó en la conclusión de su ensayo "Del sentimiento trágico de la vida en los hombre y en los pueblos", el significado de la expresión "¡Que inventen ellos!", diciendo que trataba de responder a quienes reprochaban a los españoles una incapacidad y falta de espíritu científico, porque el casticismo hispano tenía otro espíritu más valioso y activo que ofrecer a los vecinos europeos, mostrando su disposición a intercambiar los valores de cada cual. De aquí su defensa del quijotismo como forma de espiritualidad y esencia de humanismo, para luchar contra los resignados a la ciega ortodoxia científica y al impersonal absurdo racional, que el maestro rechazaba, proponiendo que España se impusiera espiritualmente en Europa, por encima de la ciencia deshumanizadora.
Fotos: Jennifer Hocke