O de verde, amarillo, rosa?, ese chico con silbato que salta al terreno de juego sabiendo que no va a dejar contento a todo el mundo, que sabe, que haga lo que haga, su actuación va a ser criticada, protestada o repudiada por alguien. Ese chico tan necesario para que se puedan celebrar partidos de fútbol a nivel competitivo y tan necesario para "aquéllos" que descargan sus frustraciones contra él, su impotencia y su mal perder sin darse cuenta que un día su propio hijo podría elegir arbitrar en vez de jugar. Para "aquéllos" que lo mejor que podrían hacer es no aparecer por los terrenos de juego si de verdad les importa educar de la mejor forma posible a quienes de ellos dependen.-
Un chico de negro no es un "Man in blacK", no es ese superhéroe que afronta todo tipo de situaciones surrealistas e imposibles, no se parece en nada a esos tipos capaces de acabar con toda una invasión alienígena como Tommy Lee Jones o Will Smith, un chico de negro no se enfunda un traje ajustado marcando músculo, con capa y con poderes para volar para, así, acabar con los villanos que asolan el mundo,
Un chico de negro es otro tipo de héroe, es aquel que salta al terreno de juego con la intención de hacer las cosas lo mejor posible, sabiendo que ha de tomar decisiones en una milésima de segundo, sin oportunidad para ver la jugada repetida, desde otro ángulo, desde otra perspectiva y sin posibilidad de echarse atrás una vez ha pitado, es ese chico que va afrontar las protestas y los insultos de "algunos" que ya van predispuestos a ello, es un chico que para esos " algunos", siempre va a ser el culpable de la derrota de sus hijos.
Y digo chico y no hombre de negro, porque en el fútbol base, la mayoría de los árbitros no tienen mucha más edad que los jugadores a los que están pitando y nosotros, los adultos, no nos damos cuenta que lo mismo que esos jugadores, ellos también están estudiando, ellos también se encuentran envueltos en el proceso evolutivo del aprendizaje, en un proceso en el cual "algunos" examinadores no tienen piedad con ellos y no les perdonan un fallo.
Un chico de negro NUNCA debe ser noticia porque un "alguno" le ha agredido o le ha intentado agredir. Y somos el resto de adultos, aficionados, entrenadores, delegados, directivos, los que podemos hacer que cada vez haya menos "algunos" por los campos de fútbol.-