OPINIóN
Actualizado 13/11/2014
Enrique de Santiago

Lo sucedido estos días en Cataluña, como lo que está sucediendo en España, no es más que la confirmación de que el Estado de Derecho, el sistema democrático y la razón no sólo han perdido la batalla, sino que con un gobierno, una oposición y unos políticos acojonados, por la mierda que esconden bajo si, son incapaces de hacer funcionar las Instituciones.

Se paralizan proyectos, se incumple la Ley, se amedrenta a los representantes sociales, se decide lo bueno y lo malo por la fuerza y la violencia de unos pocos, no por el uso de la Ley.

Se realiza una consulta ilegal, ilegítima, injusta y que sólo busca dinamitar el Sistema Democrático que nos hemos dado todos, en la que el PSOE no sabe no contesta, PODEMOS apoya y el PP se esconde en decir que se aplique la Ley, pero no hace nada de lo que le corresponde a un ejecutivo.

Se emiten informes de la Inspección de Hacienda que admiten que unas facturas declaradas falsas sirvan para evitar el Delito Fiscal y unas entran en la cárcel y otras no, estando en la misma situación.

Hay jueces que por decir que son amigos del contrario (cuando han sido ellos los que lo han descubierto), imponen sanciones alegando la existencia de mala fe procesal, como si ellos fuesen querubines que se juntan a tomar copas con el adversario y no influyese eso en nada.

Existen quienes apoyan descarnadamente el terrorismo, se niegan a criticarlo y se permite que el asesino cobre pingües sueldos políticos de la Nación a la que mata o se les permite salir de la cárcel por estar apunto de morir y llevan casi 3 años de chiquitos, burlándose de la víctimas.

Se llevan el dinero de los españoles a manos llenas a Suiza, a Las Islas Caimán, etc. y nadie hace nada, como mucho piden perdón pero mantienen las mismas personas ante las mismas instituciones y haciendo las mismas gracias.

A alguno, aprovechando esta situación, se le llena la boca con que "se puede" y proponen el sistema venezolano-cubano para regenerar el país, el sistema de la mordaza izquierdosa para limpiar la corrupción, que tenemos que salir del Euro (de Europa, pero ellos son eurodiputados), acabar o sustituir el capitalismo (pero ellos cobran de Universidades Privadas).

Otros, pensamos que España necesita un baño de coherencia, de cumplimiento de la Ley, de responsabilidad y de exigencia de responsabilidades, de libertad, de democracia y, para ello, la política y los políticos han de cambiar, de regenerarse, de controlarse y hacer que la política sea otra cosa, se ejercite de otro modo, pues otra forma de hacer política es posible.             Es vital la reconstrucción de los sistemas de control y de rendición de cuentas de los políticos y, por ello, debe de ser la primera medida que cualquier político deba de poner en marcha, toda vez que, además de urgente, es relativamente fácil de hacer y de rédito ciudadano inmediato.

Claro que después se tiene que reconstruir el sistema de elección del  Consejo General del Poder Judicial, claro que habrá que re-profesionalizar la Comisión del Mercado de Valores, el Banco de España, los Tribunales de Cuentas, eliminar carga política de las comunidades y eliminarlas o reconducirlas a lo que debieron ser, administraciones más cercanas a los ciudadanos, claro que hay mucho trabajo que realizar.

La honradez (RAE: Rectitud de ánimo, integridad en el obrar) debe de convertirse en el dintel de la política y dejarse de honestidades falsas (RAE: Decente o decoroso. Recatado, pudoroso) que a nadie convencen y de nada nos sirven. Para eso, el primer paso lo tenemos que dar la sociedad civil y exigir, de estos magurrianes, que se apliquen el cuento 

 

 

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