OPINIóN
Actualizado 09/11/2014
Pastoral Universitaria

Con estas palabras de un Papa, el más efímero, el que menos duró en la Cátedra de Pedro, queremos titular hoy nuestra columna. La semana pasada celebramos la Festividad de Todos los Santos y la de los Fieles Difuntos. Dos días para recordar a

?Tuve el gusto de conocer a Enrique durante un período de mi vida. No es por ponerme medallas o méritos. Pero sí creo saber cuál fue su vida.

Sabemos que era una buena persona, no se metía con nadie. Pero toda la vida (o casi toda) la pasó en la calle. Sí, sí lo que están oyendo. No vivió en ese cajero sino en otros cajeros. Como es el BBVA de la Avenida Mirat. Se dedicaba a sacar unos eurillos en la puerta del 24 horas. Se tomaba su café, con su sándwich, te contaba su vida o sus circunstancias. Iba siempre con una mochila a la espalda, por miedo a que le quitaran sus pequeñas pertenencias. Dejaba unos cartones y reservaba "su habitación" para esa noche. Una vez quiso dejar su problema, mejorar esta vida tan complicada. Pero nosotros le hicimos volver a donde estaba. Sí, ha leído usted bien. Todos nosotros. Enrique, estigmatizado por la sociedad, marginado, abandonado? Y nosotros no le dimos una oportunidad. Le vimos con unos ojos cegados por estereotipos. Él lo pasó muy mal.

Pienso en otras muchas personas desfavorecidas que pueden quedarse sin una oportunidad. ¡Cuántos centros de atención a las personas necesitadas están en peligro de cierre! Hace poco pude hacer una visita a un centro materno infantil "Ave María". El centro de madres solteras (hoy en el siglo XXI, sigue habiendo madres solteras, esas chicas valientes y decididas que siguen diciendo "Sí" a la vida) puede cerrar sus puertas por falta de recursos. En este centro se enseña algo muy importante: que las madres cuiden a sus hijos, que la familia existe y que lo más bonito es amar a un hijo. Igual que mi madre me enseñó a mí que a un niño se le educa con cariño y amor. Y así el niño ve amor y le devuelve amor. Nos cuesta imaginar lo mal que lo pueden pasar las personas pobres y desfavorecidas. Vuelvo a citar a Su Santidad Juan Pablo I "En toda esta semana, los periodistas han hablado de la pobreza de mi infancia. Pero ninguna podría llegar a sospechar jamás el hambre que yo he conocido". Pero aunque parezca que este problema es ajeno a nosotros, no podemos dejar sin nuestro apoyo a los que sufren. En Salamanca a nuestro lado hay personas e instituciones que nos necesitan, necesitan nuestra ayuda. El centro materno infantil "Ave María", Proyecto Hombre, Caritas y otras instituciones?Evitemos que el día de mañana no haya sitios que enseñen a ser personas y cuidar de las personas. 

"Dios tiene escrita una historia para cada uno" ? esta frase aparece en la película Juan Pablo I "La sonrisa de Dios", un Papa enfermo pero sonriente. En la película, esta frase convenció a una chica soltera de que debía dar a luz a su hijo y cuidar de él. A nosotros debería convencernos de que cada persona es importante para Dios y merece nuestra atención y nuestro respeto.

Enrique (o Kike, como te llamaban algunos), tú lo sabes mejor que nosotros. Espero que el Padre te acoja en su abrazo y estés con tu mochila en un sitio más confortable y tranquilo.

 

Juan José García, desde la Pastoral Universitaria

 

Agradecemos a Antonio Fuentes Labrador por la fotografía de Enrique. 

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