El frío se ha metido de lleno así que no queda otra que adaptarse de la mejor manera posible. Hoy os propongo no pasar frío con vestidos de punto, a poder ser gruesos, pero todo está permitido.
Con esta recomendación quiero que desterréis la idea de que los vestidos de punto solo son para ocasiones informales porque, en realidad, dan mucho juego.
Dependiendo del frío que haga, en algunos sitios se pueden llevar los vestidos sin abrigo como mucho una capa/manta que este año está triunfando tanto.
Es verdad que en otros sitios el frío es insoportable por eso, podéis combinar los vestidos de punto con botas mosqueteras. Otra opción que le da un toque más formal a estas prendas son las camisas, si os las ponéis debajo del vestido, de modo que solo se vean los cuellos y los puños vais a conseguir un aire más inocente, casi monacal, y si es blanca, el resultado será más arreglado.
Un complemento básico en los looks con vestido de punto es el sombrero y es que además de abrigar, le dan un remate boho perfecto. También puedes llevar boinas o gorras.
En cuanto al largo del vestido y sus formas ya va en gustos puesto que el punto da muchas posibilidades y también hay que tener en cuenta de la figura de cada una porque no queremos que se ciña más de lo necesario.
Una inversión segura es un vestido en tonos granates, negros o grises; son muy ponibles y fáciles de combinar pero si queréis algo más especial, pensad en todo tipo de estampados desde animales hasta étnicos pasando por los geométricos.
La semana que viene, más y mejor pero hasta entonces podéis seguirme en Trendy Caos.