Hablando de sillas y de quedarse sentado a esperar, hay un lugar donde la oportunidad no va a llamar. Ese lugar es la puerta de tu casa. Si buscas algo diferente, algo que te merezcas, que te haga crecer, algo grande, lo podrás encontrar. Existe, pero está fuera de las cuatro paredes de tu habitación.
Nadie vestido del color de la esperanza y sonriente va a levantarte del sofá para ofrecerte todo aquello que deseas. Cambia la palabra esperar por actuar y seguro que todo será diferente.
Las oportunidades son infinitas, pero no las esperes. Eres tú quien tiene que ir a buscarlas. Debes estar atento, están en la calle, fuera de tu casa, en cualquier lugar o momento. A veces disfrazadas, otras en bandeja. Las puedes encontrar el día menos pensado en una bonita casualidad o las tendrás que trabajar con mimo y paciencia hasta que sean tuyas.
Suerte en tu búsqueda.
Feliz semana y? ¡A quererse mucho!