Me quedo ojiplático viendo cómo nos han "chorizado" millones y millones de euros de nuestros propios bolsillos. Cómo han vivido como verdaderos maharajás a costa de la ruina de los españoles que, a duras penas, consiguen pagar sus facturas o, incluso, llenar la nevera.
PP, PSOE, IU, CIU, UGT,CCOO, CEOE; bajo estas siglas se encuentra la mayor red del crimen organizado que ha existido en nuestro país. Ladrones de guante blanco que no han tenido ni un solo escrúpulo a la hora de apropiarse del dinero que duramente han ganado los ciudadanos españoles.
Si bien hemos comprobado que los políticos o personajes como Blesa ("puesto en su puesto" por Aznar y apoyado por los sindicatos, que no se nos olvide) han desbalijado o malversado nuestro patrimonio para su beneficio, no podemos olvidar que esos sinvergüenzas han sido ayudados por empresarios, funcionarios y gentes de a pié, urdiendo el expolio más grande de la historia moderna española.
Lo más cruel de esta historia es, que estamos tan sumamente perdidos, que no nos damos cuenta de que, otra vez, se nos está llenando la platea de "jetas".
Ejemplos tan claros como Pedro Sánchez, con aire juvenil y ropa de marca que lidera el Partido Socialista ¿Obrero? Español. Este individuo tan formalito, es uno de los tunantes que, durante los años 2007, 2008 y 2009, llevaron a cabo la mayor emisión de preferentes lanzada hasta la fecha por la banca española (3.000 millones de euros), y eso es un hecho. O Pablo Iglesias, "El coletas". Un hombre de gran verbo utópico que es incapaz de llamar asesinos a la ETA (MUERTOS POR ETA: 829 personas incluido niños). Él dice que paguen los ricos y, cuando los ricos se marchen del país, ¿quién va a pagar?
¿Qué hacer?, una pregunta lógica con una respuesta complicada. Lo que sí les puedo decir es que, por favor, abramos los ojos de una vez y meditemos bien antes de apoyar a uno u otro al buen tuntún. Todo lo que hagamos ahora, dejará huella en nuestro provenir y el de nuestros hijos. Ya no vale eso de: "Yo soy apolítico" o "lo que yo haga da igual". Estamos empezando a entrar en un juego peligroso que puede tener consecuencias funestas, que pagaremos durante años.